El mundo del animé puede resultarle ajeno a buena parte de los espectadores. Pese a ello, las plataformas de streaming cada vez vuelven más accesibles a este tipo de contenidos. Así sucedió con Sword Art Online, la serie japonesa que arribó a Netflix y consiguió un fiel ejército de fans. En este sentido, la ficción ahora reinicia con la película Aria de una noche sin estrellas, que arribará hoy mismo a las salas. ¡Conoce nuestra opinión sin spoilers!
Abreviada como SAO, esta historia se trata de una serie de novelas escritas por Reki Kawahara, que llegaron con diferentes adaptaciones en cómics y animé. De esta manera, lanzaron versiones a lo largo de la última década y hasta sus propios videojuegos. La N roja guarda en su catálogo cuatro temporadas de esta trama emocionante que, justamente, transcurre en el año 2022, donde la humanidad transformó las dimensiones virtuales en una realidad.
Por el contrario, Aria de una noche sin estrellas se remonta antes del comienzo de esta historia, cuando a Lightning Flash y The Black Swordsman todavía no se conocían por sus nombres. Y aquí aparece una clave importante del film dirigido por Ayako Kono: al tratarse de un reinicio o, mejor dicho, precuela, la película consigue adentrar a su público con una llamativa propuesta que hasta el momento parecía exclusiva de aquella comunidad amante del animé.
En este sentido, no es necesario conocer por completo a los personajes para saber disfrutar de su particular trama. Quien ya tenga vistos a los protagonistas de SAO, probablemente sepa apreciar guiños en cada una de las escenas. Sin embargo, esto no representa un obstáculo para aquel que esté viendo por primera vez a Asuna Yuuki. Es que el largometraje comienza con la presentación de esta joven estudiante de tercer grado que hasta el momento no se había involucrado demasiado en los videojuegos.
El día en que una compañía lanza su primer VRMMORPG – que significa Videojuego de rol Multijugador Masivo en línea de Realidad Virtual – Asuna se coloca inocentemente su NerveGear, una consola que le permitirá encontrarse con sus amigos dentro de este mundo virtual. Los niños están eufóricos de haber ingresado al juego, justo cuando el Game Master les deja un mensaje que cambiará sus vidas para siempre.
Todos los participantes de Sword Art Online tienen prohibida su salida del juego y aquel que muera de forma online, también lo hará en la vida real. Tal como era de esperarse, el pánico desata el caos entre los jugadores que deberán completar – y sobrevivir – 100 niveles del videojuego, haciendo las alianzas convenientes y defendiendo su vida a cada segundo. Aquella premisa es uno de los grandes fuertes de la película, puesto que la tensión permanece desde el terrible anuncio hasta el final de la película.
Con la animación clásica de Sword Art Online, el atractivo visual se mantiene. Asimismo, la perspectiva de su protagonista resulta diferente a la de la serie disponible en Netflix: Kirito aparece en un rol secundario y se introduce como nunca antes en la historia personal de Asuna y todos los conflictos que la atraviesan: el paso a la adolescencia, la autoexigencia, los vínculos interpersonales y los miedos propios de la edad.
Es cierto que la historia puede tornarse un poco lenta, sobre todo al incluir su presentación previa al juego y una porción muy pequeña del total de niveles que los participantes deben enfrentar. No obstante, su acción y sus constantes desafíos mantienen la sensación de asfixia en aquel universo y muestra un costado dramático de aquellos niños que parecen haber quedado atrapados en una prisión para siempre.