“Borgen: Reino, poder y gloria”: el regreso de un thriller político con todas las letras

Los fanáticos del thrillerpolítico pueden darle la bienvenida a una nueva pero ya vieja historia. Es que Netflixacaba de estrenar Borgen: Reino, poder y gloria, la continuación de Borgen, una serie que se propone desentrañar el funcionamiento de la política danesa desde adentro. Así, en sus primeras temporadas sigue de cerca el ascenso de Birgitte Nyborg, quien se convierte en la primera ministra mujer del país.

Años más tarde y habiendo pasado la pandemia de coronavirus, Birgitte ya no ocupa ese cargo y su carrera está en declive. No obstante, ahora como Ministra de Asuntos Exteriores, tendrá que ponerse al frente de una importante disputa diplomática con Groenlandia tras descubrirse petróleo en ese territorio, que si bien es autónomo pertenece al Reino de Dinamarca. Esta misión podría devolverle tanto la gloria así como su fin definitivo en la política.

Sin duda alguna, la serie creada por Adam Priceretoma eseritmo electrizante y sobrio, propiode sus anteriores entregas. Desde el episodio número 1, el conflicto mayúsculo que tiene que ver con Groenlandia se narra de manera correcta, con diálogos intrigantes y se conforma como el hilo conductor que irávisibilizando otras llamativas problemáticas que, por supuesto, rondarán la figura de Birgitte.

En este sentido, vale mencionar queBorgen: Reino, poder y gloria, hace un interesante equilibrio entre su rol como política, como mujer y como madre. Lo primero que se pondrá de manifiesto es su clara rivalidad con la Primera Ministra, Signe Kragh, quien incluso desconfiará de sus capacidades para llevar adelante el cargo deMinistra de Relaciones Exteriores.Sin embargo, Birgitte, se las arreglará con astucia para hacerle frente.

La inteligencia y la rapidez mental de este personaje es realmente destacable, incluso, su firmeza. Birgitte no deja nada librado al azar, aunque eso no quiere decir que en el transcurso de los capítulos surjan desafíos que la pondrán en jaque como nunca antes.Por otro lado, su mundo privado,en estos nuevos episodios, tomará cierto lugar de preponderancia. El vínculo no tan cercano con Magnus, su hijo, comenzará a ser un punto de inflexión en su carrera y más tarde objeto de análisis por el curso que está tomando su vida. Y aquí todos los laureles se los llevaSidse Babett Knudsen, quien logra nuevamente ponerse en la piel de Birgitte Nyborg con una interpretaciónexcepcional.

En este nuevo relatode Borgen, otro de los personajes dignos a resaltar es el de Asger, interpretado porMikkel Følsgaard,a quien le tocará llevar un interesante rol en la negociación con Groenlandia. El artista brinda una estupenda actuación sumando algunos necesarios gags cómicos a la serie. Es que este hombre tan estructurado y organizado posee obsesiones que son plasmadas en los capítulos con mucho humor.

Asimismo y tal como reza su título, el poder en Borgen es un tema central. En este escenario, cada uno de los alfiles políticos presentes no se privarán de mantener el control de sus funciones y aumentarlas a como de lugar. Pero, aquí no hay que olvidar el papel que juega el periodismo en esta puja de mandos. De hecho, Katrine (Birgitte Hjort Sørensen)la exasesora de prensa de Birgitte, deja de lado por completola política para volver al periodismo y, desde allí, luchar por lo que cree es justo para la sociedad según suspropiosideales. A su vez, su función también será significativa en las consecuencias que traerán las decisiones y alianzas que vaya tejiendo su exjefa como ministra.

Borgen: Reino, poder y gloria posee ocho episodios de una hora que nos devuelve lo mejor de este género con, además, un inigualable toque de misterio y drama. Por supuesto, aquellos que no sean afines a este tipo de tramas, les resultará un poco más difícil entrar en la atmósfera que se les propone, pues no solo prima loqué se dice sino cómo se lo dice. Pero cabe indicar que, en definitiva, son estos elementos del guion los que hacen de esta serie una gran representante del thriller político.