Ayer por la tarde se confirmó la muerte de Sonny Chiba, uno de los actores japoneses que formó parte de Kill Bill Vol. 1 y Vol. 2, las recordadas películas de Quentin Tarantino. El artista de 82 años se encontraba internado desde hace algunas semanas a raíz de que su delicada salud se viera afectada por el coronavirus. Se trató de una terrible pérdida invaluable para el arte japonés.

Sonny se había contagiado a finales de julio y había sido internado en un hospital de Japón. Desde entonces se encontraba bajo atención médica pero una neumonía que contrajo el pasado 8 de agosto complicó su situación de salud. Finalmente, el nacido en Fukuoka, Japón, falleció ayer por la tarde.

El legado de Sonny Chiba según uno de sus compañeros de Kill Bill

Más allá de que será recordado por siempre por ser el responsable de haberle dado vida a Hattori Hanzo en la película de Quentin Tarantino, el artista fue mucho más que ese papel. Tetsuro Shimaguchi, que dio vida a uno de los Crazy 88 y fue el coreógrafo de espadas de Kill Bill, le contó a Spoiler sobre la importancia de Sonny Chiba para su país. “Realizó grandes logros en la industria cinematográfica de Japón”, aseveró.

Shimaguchi y Sonny Chiba junto a Samuel L. Jackson, que interpretó a Rufus en Kill Bill. (Tetsuro Shimaguchi)

Shimaguchi, que llegó a Kill Bill gracias a que fue recomendado por Sonny Chiba habló de los “buenos recuerdos” que le quedaron por entrenar juntos para esta producción. “Se distinguió entre la gente japonesa, que generalmente no es buena presentando su cultura a los extranjeros”, aseguró Tetsuro Shimaguchi. Además, destacó: “Era más apasionado por el cine que nadie e interpeló a los creadores japoneses a que se mantuvieran activos en el género de acción a nivel mundial”.

Más que Kill Bill: una carrera dedicada a las artes marciales

Sonny Chiba ganó fama a nivel mundial gracias a lo hecho como Hattori Hanzo, el responsable de forjar las mejores espadas en el mundo de traiciones y venganzas de Kill Bill. Una de sus mejores hojas terminó en manos de Beatrix Kiddo (Uma Thurman) y fue con esa con la que buscó honrar la memoria de sus familiares asesinados por Bill (David Carradine) y sus secuaces.

Con Kill Bill, Tarantino homenajeó al cine japonés. (IMDb)

Además de lo hecho en Kill Bill, el actor japonés era conocido por sus papeles en The Street Fighter (1974), G.I. Samurai (1979) y el show televisivo Seven Color Mask (1959 – 1960). Sonny Chiba se formó primero como gimnasta y luego se perfeccionó en artes marciales. Fueron estas habilidades las que lo llevaron a convertirse en un actor muy buscado para producciones de acción.

Después de lo hecho con Quentin Tarantino, Sonny Chiba tuvo otra oportunidad en uno de los grandes tanques de Hollywood. El actor japonés fue parte de la tercera película de Rápido y Furioso, Tokyo Drift, donde le dio vida a Kamata. Su carrera estuvo compuesta por más de 200 producciones, de las cuales queda todavía una por estrenarse, Bond: Kizuna, sobre un detective principiante al que la mafia japonesa le mata un amigo.

Los fans lo despidieron en las redes

Los fans de Sonny Chiba no tardaron en despedir al ícono de las artes marciales en las redes. Twitter se llenó de publicaciones que homenajearon al artista y recordaron sus papeles más importantes, junto con alguna de sus frases más conocidas, como “Si en tu viaje te encuentras con Dios, Dios será Cortado”.

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