Tras una alfombra roja marcada por entrevistas cortas y las estrellas más conocidas de Hollywood posando de manera rápida, la ceremonia de losPremios Oscar por fin comenzó. Con esta nonagésima tercera edición, la fiesta más grande del cine vuelve a hacer historia, especialmente por la forma en la que se adaptó a los tiempos de coronavirus que corren en la actualidad.
Dejando de lado el Dolby Theatre, todos los nominados se hicieron presentes en la estación de trenes Union Station de Los Ángeles, la cual fue ambientada como si se tratara de un restaurante de amplios techos o, mismo, una sala de conciertos de los años 20. Es que, además de las mesas para los invitados, también se creó una especie de escenario para los presentadores de los Premios Oscar.
Tal es así que, la primera en abrir la ceremonia y en inaugurar aquel lugar donde los ganadores dieron su discurso fue Regina King. Sin embargo, su inicio no fue como esperaba. A partir de ahora, la actriz se sumará a la lista de estrellas que se cayeron en medio de los Premios Oscar.
Mientras se acomodaba frente al micrófono, Regina King trastabilló al engancharse su tacón con el vestido que Louis Vuitton le confeccionó a su medida. Aun así, este tropezón no pasó a mayores y la artista pudo seguir adelante con la ceremonia, dando uno de sus mejores discursos y explicando cómo se iba a llevar a cabo la fiesta.
Según sus palabras, todos los nominados debían permanecer con la mascarilla reglamentaria puesta, pero al momento de ser nombrados por la terna a la que asistieron o, mismo, si se llevan el galardón, deberán quitársela.