Mucha gente no lo podía creer. “No es ella”, decían los incrédulos. Por más que veían una y otra vez la foto, se negaban a asimilar que se trataba de Amanda Miguel. “¿Por qué se hizo eso?”, preguntaron algunos como si la cantante hubiera cometido un crimen al desprenderse de la frondosa cabellera que le acompañó a lo largo de toda su vida. Lo único que hizo la estrella fue renovarse en una imagen que nada le apena mostrar: el envejecimiento.

Sorprendió a todo mundo. Durante una semana, los programas de espectáculos se dedicaron a hablar del nuevo look de la artista argentina. El revuelo causado por las fotos que compartió en su cuenta de Instagram fue desde opiniones favorables hasta críticas agresivas por haber tomado la decisión de reinventarse en aras de aceptarse plena a su edad.

Sus fans y seguidores también dividieron criterios al comentar. Hubo quienes le confesaban que no se acoplaban al cambio y extrañaban sus chinos porque le hacían ver “más joven”. En contraste, otras personas aplaudieron su imagen al considerar que es importante aceptarse como uno es.

Posteriormente, Amanda Miguel publicó fotografías feliz de mostrarse con sus canas y cambios físicos correspondientes a la tercera edad. Hacerlo fue un mensaje poderoso que impactó de forma positiva en mujeres que han crecido escuchando sus canciones y han tenido temor al envejecimiento.

“Qué linda se ve Amanda así”, fue una de tantas expresiones vertidas por señoras que se animaron a dejar de aplicarse tinte de cabello para dejarse el color natural del encanecimiento y de tomarse selfies sin recurrir al maquillaje, o al uso de filtros para ocultar las arrugas propias de la piel.

En este 2021, que cumple 40 años de su éxito El me mintió, hay expectativa por verla en un escenario cantando ese himno de la desdichaen su empoderada imagen del envejecimiento digno. Una que otra persona descubrirá que Amanda no era solamente su cabellera.