En 2021 algunos periodistas se han metido en aprietos por considerar fuente fidedigna a las novelas ficcionadas sobre la historia de México escritas por Francisco Martín Moreno. Deslices similares pueden ocurrir con quienes desconocen o ignoran episodios y personajes históricos del país y creen todo aquello que ven en las películas. Por fortuna eso no sucedió con Zapata. El sueño del héroe, filme protagonizado por Alejandro Fernández que, por el contrario, hasta la fecha es motivo de descrédito por su guion.
Cuando se anunció que sería dirigida por Alfonso Arau y fotografiada por Vittorio Storaro, las expectativas eran de un “peliculón” que haría olvidar las producciones de Antonio Aguilar, que hasta ese momento había logrado las versiones más decentes acerca del llamado ‘Caudillo del sur’ para cine.
Pero al darse a conocer el reparto, el buen augurio se transformó en desazón. Mientras que conductores y periodistas de espectáculos pidieron otorgar el beneficio de la duda hacia los elegidos por Arau, el público en general vaticinó un fracaso con esas personalidades. Y el público no se equivocó.
Tras su exhibición en 2004, mucha gente abandonó la sala porque le resultó insoportable la película. En tanto, la crítica -con justa razón- fue despiadada en sus análisis y opiniones. Sin embargo, actrices y actores no fueron tan recriminados como el director, quien llevó a la pantalla una versión demasiado ficticia de Emiliano Zapata, líder revolucionario al que dimensiona más como un chamán y ser místico que como un símbolo de la resistencia campesina.
Si bien a Lucero y Jaime Camil se les menospreció desde el principio por tratarse de actores formados para contenidos televisivos, el más cuestionado fue Alejandro Fernández. El hecho de que actuara mal no fue en sí el problema (porque se tenía noción de que era cantante), sino haber aceptado interpretar a un personaje como Zapata con un guion que raya en lo absurdo y lo inverosímil.
Previamente, en 1991, Alejandro Fernández ya había tenido un papel protagónico en cine con el melodrama Mi querido viejo, donde actúa junto a su papá, Vicente Fernández. La trama se resume a una separacióncuya consecuencia es el odio que una madre le inculca al hijo hacia su padre con la mentira de que los abandonó. Su estelar no lo hizo tan mal, incluso fue bien recibido por los espectadores.
Con Zapata. El sueño del héroese le señaló bastante por dar vida a un personaje histórico que fue caricaturizado, entre otras cosas, como poseedor de poderes mágicos para comunicarse con los animales, alterar el clima y prestidigitar, además de ser guiado por los consejos de una sacerdotisa azteca hacia la restauración del imperio azteca.
Alejandro Fernández aceptó la invitación de Alfonso Arau para dar vida a ese Emiliano Zapata que actualmente sigue criticándosele. Y es que con el paso del tiempo, a más de 15 años de su estreno, la película sigue en plan descendente en cuanto a calificaciones y aceptación. Es considerada incluso una de las peores del cine nacional.
Ni Carlos Santana, quien se iba a encargar del soundtrack y al final desistió de hacerlo por su cargada agenda de compromisos, hubiera salvado a este filme que solamente contribuyó en preservar a las películas de Antonio Aguilar como las mejores que hay acerca de Emiliano Zapata.