Desde hace algunos años, Keanu Reeves se ha convertido en la debilidad de los fans del cine y de las series. No existe amante de las estrellas de Hollywood que no crea que el actor de Matrix es una eminencia, una gran persona y que todo lo que hace lo hace con gran corazón. Así fue, por ejemplo, como nos enteramos que donó gran parte de su salario en Matrix para los trabajadores de detrás de cámara, así como también la gran cantidad de contribuciones que hizo para combatir enfermedades como la leucemia.

Keanu Reeves en su juventud. (Getty)

Bill and Ted fue uno de los primeros pasos de peso en la carrera de Keanu Reeves, que luego siguió con otros grandes proyectos como Punto Límite y Máxima Velocidad, en donde fue resistido en un principio por los productores que no lo veían como ícono de acción, pero logró demostrar que él era el correcto. Y si de ser el elegido se trata, años más tarde, justo antes de terminar el milenio pasado, le llegó su papel definitivo, como Neo en Matrix.

A lo largo de todos los años, Keanu Reeves ha tenido mayor presencia en los medios y los principales entrevistadores de la actualidad, como Jimmy Kimmel, Stephen Colbert o Jimmy Fallon se sentaron alguna vez a hablar con él en su programa. La gran diferencia entre sus notas era que ya lo conocían de antemano y sabían quién era. Por más raro que sonara el nombre de Keanu Reeves, para ellos era moneda corriente.

Máxima Velocidad, la película que protagonizó junto a Sandra Bullock. (IMDb)

Esto no fue así para los entrevistadores de la vieja escuela como David Letterman, quien a comienzos de los 90 lo citó a su programa e incluso se tuvo que disculpar por haber pronunciado mal su nombre (dijo “kinu” y no “kianu”) y luego le preguntó cuál era el significado de su nombre. Allí, el actor señaló que el origen era hawaiano y lo había heredado de un tatara-tatara-tío y significa “brisa fresca sobre las montañas”.

+El día que le pidieron a Keanu Reeves cambiar su nombre

Los problemas de Keanu Reeves con su nombre se dieron desde sus comienzos. En una entrevista en el programa de Jimmy Fallon reconoció que en su primer día en Hollywood le sugirieron cambiarse el nombre porque no tenía impacto. Por eso, se fue hasta la orilla del mar para pensar y fue entonces cuando se le ocurrió la solución: ¡Chuck Spadina!. Por supuesto, esta idea no prosperó porque les pareció completamente ridícula y así Keanu logró conservar algo tan importante como su propio nombre.

 

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