En las últimas horas, La Casa de Papel se volvió tendencia número uno alrededor de todo el mundo. Y es que la serie, ahora producida por Netflix, estrenó este viernes la primera parte de su quinta y última temporada. La despedida de los atracadores de mono rojo ya comenzó y tendrá su final definitivo -o al menos eso se cree hasta ahora- el 3 de diciembre. Sin embargo, otros personajes ya han abandonado la serie hace rato. Aquí te contamos que pasó con uno de ellos.

Su nombre en la serie fue Dimitri Mostovói, aunque probablemente lo recuerdes mejor por su apodo de ciudad: Oslo. El primo de Helsinki fue convocado por El Profesor en la primera temporada para ser uno de los integrantes del plan perfecto: el robo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Aunque fue un hombre de pocas palabras y no dio a conocer tanto sobre su pasado, si se supo que era de origen serbio y que guardaba un duro pasado.

Esconde una vida llena de violencia, dureza y pocas habilidades para comunicarse con quienes lo rodean. Sin embargo, fue un fiel guerrero dispuesto a cumplir con cada fase del plan estipulado por su líder, Sergio Marquina. ¡Atención spoilers! En uno de los primeros episodios de la serie, algunos rehenes planean un motín y, luego de robar algunas armas, le terminan dando un golpe en la cabeza que acaba con su vida.

Esta fue, sin dudas, una de las muertes más impactantes de la serie. Puesto que no se esperaba que en un plan en el que parece todo fríamente calculado, finalmente pierdan a uno de los soldados. Pero… ¿quién es el actor que lo interpretó y por qué dejo la serie tan rápido? Se llama Roberto García, fue físico culturista y, en realidad, es oriundo de España.

Según explicaron los creadores de la serie, el artista firmó su contrato sabiendo que su personaje moriría en la primera temporada. Y aunque luego volvió a participar de La Casa de Papel con algunos flashbacks, lo cierto es que su asesinato tuvo un sentido: mostrar que en cualquier momento, los personajes pueden desaparecer y que están en constante riesgo. Es decir, no se trata solo de la adrenalina y tensión propia de la serie, más bien puede suceder cuando menos se lo esperan.