Netflix apostó fuerte por una famosa serie animada, pero decidió darle un cambio de aspecto. Estrenó Destino: La saga Winx, una serie de live-action basada en el programa italiano que es furor desde su lanzamiento en 2004. Si bien su intención fue celebrada desde un principio, su lanzamiento este viernes generó dudas: afirman que no se parece en nada al show original. ¿De qué se trata?

El Club Winx es un dibujo animado creado por Rai Fiction y Nickelodeon que tuvo numerosas adaptaciones a través de los años. El éxito de la serie dio lugar a una franquicia internacional de juguetes, libros, ropa, videojuegos y tres películas. Actualmente cuenta con ocho temporadas y 208 episodios. 

Críticas a Destino: La saga Winx en Netflix

"Destino: La saga Winx narra el paso a la vida adulta de cinco hadas alumnas de Alfea, una escuela del Otro Mundo. Allí deben aprender a dominar sus poderes mágicos, así como gestionar los líos amorosos, rivalidades y monstruos que amenazan con destruirlas", es la sinópsis oficial de la serie que comenzó este 22 de enero con seis capítulos y que tiene a Bloom, Stella, Musa, Aisha, Terra y Beatrix entre su equipo de hadas. La ausencia de Tecna es la más destacada. 

 

El estreno fue recibido con dudas por parte de los aficionados que esperaban una producción más fiel al programa original. Por otra parte, los que estuvieron abiertos a modificaciones alabaron a la serie y ya esperan la segunda temporada. IMDB fue muy elogioso y le dio un promedio de 8,61 a sus capítulos. 

 

 

Iginio Straffi, creador de Destino: La Saga Winx, avisó antes del estreno que la producción de Netflix era mucho más oscura que la original y que estaba dedicada a espectadores adultos. Por eso ciertos aspectos de la versión animada debieron quitarse o modificarse para darle mayor valor a la trama.