¿Te ha pasado que en tiempos difíciles sintonizas programas clásicos que te recuerdan buenas épocas? Precisamente es lo que sucede en México durante la pandemia del coronavirus: un informe del New York Times reveló que los espectadores ven menos Netflix y más telenovelas. 

Según el prestigioso medio estadounidense, seis millones de personas vieron Las Estrellas de Televisa en el horario nocturno. Un aumento de más de un millón respecto al mismo período del 2019. Los consumidores prefieren narraciones sin complicaciones, previsibles y que calmen su aburrimiento en la cuarentena. 

Te Doy la Vida terminó el 12 de julio de 2020 en Las Estrellas

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Además, la recesión por la crisis económica global golpeó el bolsillo de la familia mexicana promedio y el pago de un servicio de streaming no es accesible a todos. De esta manera, muchos hogares se inclinaron por mirar los canales locales. "Trae un momento de calma y ves escenas de amor, lo que me gusta porque soy romántica", comentó una televidente al diario neoyorquino. 

Destilando Amor (2007) regresó en repetición el 23 de marzo en Las Estrellas

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Te Doy La Vida es el ejemplo más exitoso de este nuevo fenómeno por las telenovelas. Según las clasificaciones de Nielsen, se estima que más de 10 millones de personas vieron el final que se emitió a principios de julio, convirtiéndose en el episodio más visto de una telenovela desde 2016.

La Rosa de Guadalupe es otra de las producciones que más atrapó a los espectadores y no sólo a los mayores: en los últimos meses, aumentaron un 40% los televidentes entre 13 y 31 años, particularmente los masculinos. Televisa comenzó a modernizar sus telenovelas, atenuando las bofetadas a favor de los personajes que hablaban sobre problemas reales.

A su vez, las producciones mexicanas tienen una ventaja sobre plataformas como Netflix: prácticamente no pararon sus rodajes. Actualmente, los actores ensayan con máscaras y las grabaciones se hacen a dos metros de distancia, sin contacto físico y en lugares donde son controlados previamente a comenzar su trabajo.