En 2017, el mundo fue testigo de un registro audiovisual nunca antes visto hasta ese momento. Se trató del documental Jim y Andy, estrenado por el servicio de streaming Netflix, el cual retrató el detrás de escenas de lo que fue la actuación de Jim Carrey en la película Man on the Moon de 1999. Sobre esto se refirió Martin Freeman, estrella de la serie Sherlock, y no dejó bien parado a su colega.

Así como hay muchos intérpretes que saben cómo llevar sus papeles al máximo, Carrey tuvo un gran compromiso al encarnar a Andy Kaufman, pero para muchos resultó algo muy molesto. Es que durante los cuatro meses de rodaje no rompió con el personaje e insistía en que lo llamen "Andy" hasta cuando las cámaras dejaban de filmar.

 

En un nuevo episodio del podcast Off Menu, Martin Freeman habló de lo sucedido en aquel momento y sentenció que su método era "autoengrandecimiento, egoísta y narcisista", argumentando que el actor "debería haber sido despedido" por lo hecho. También afirmó: "Era muy aficionado. La idea de que cualquier cosa de que cualquier cosa en nuestra cultura celebre eso o la apoye es desquiciada, literalmente desquiciada".

Continuó: "Soy un católico muy decaído, pero si crees en la transubstanciación, entonces vas a algún lugar en la línea de 'Me convertí en el personaje', no, no lo hiciste, no se supone que te conviertas en el jodido personaje porque se supone que debes estar abierto a cosas de lo que sucede en la vida real porque alguien en algún momento dirá 'corte' y no tiene sentido decir, '¿Qué significa corte porque ¿Soy Napoleón? Cállate".

Jim Carrey explicó que Kaufman le habló "telepáticamente" cuando escuchó que el actor lo interpretaría. "Fue absurdo, pero de alguna manera funcionó. Ese fue el momento en que apareció Andy Kaufman, me tocó el hombro y dijo: 'Siéntate, estaré haciendo mi película'. Lo que sucedió después estaba fuera de mi control", aseguró en los créditos iniciales del documental.