El horror se trasladó fuera de la pantalla: Ana de la Reguera, la estrella mexicana de La purga por siempre, habló sobre los rodajes de la quinta película de la franquicia y confesó las duras condiciones que tuvieron que atravesar los actores a la hora de trabajar. ¿Parte del arte o peligro para los intérpretes? Mira lo que dijo. 

 

"Una secta de criminales sin escrúpulos decide que la Purga no se acaba al amanecer, la sociedad deberá enfrentarse a una matanza interminable", es la sinópsis oficial de esta cinta que pondrá fin a la saga que comenzó en 2013. El estreno está programado para este 2 de julio en las salas luego de los retrasos ocasionados por la pandemia del coronavirus. 

De la Reguera tendrá el papel de Adela, quien junto a su marido Juan vive en Texas, donde éste trabaja ayudando en un rancho de la adinerada familia de los Tucker. A la mañana siguiente a la Purga, una banda de asesinos enmascarados ataca a los Tucker, obligando a las dos familias a hacer equipo para defenderse mientras el país entero se sume en una espiral de caos y Estados Unidos comienza a desintegrarse.

"Al final la cinta tiene un mensaje muy claro sobre la igualdad, en contra del racismo, un mensaje migratorio. A mí me gusta mucho como está construida la historia. La purga sucede entre dos familias que representan dos mundos completamente diferentes, el latino y el americano que deben hacer equipo para sobrevivir, ambos tienen que trabajar por un mismo fin y eso lo hace muy interesante", indicó la actriz de 44 años en declaraciones con San Diego Red. 

Sobre su personaje, la veracruceña lo calificó de una mujer "muy valiente, echada para adelante, ambiciosa y que quiere una mejor vida". Para desarrollarlo, destacó el trabajo del director Gota de Everardo: "Me cuidó bastante, tanto en el set como en postproducción, fue un director que estaba todo el tiempo preocupado porque no perdiera el personaje, fue un gran compañero al que le agradezco muchísimo la oportunidad".

 

 

Sin embargo, no fue todo color de rosa dentro del set porque algunas condiciones laborales significaron todo un desafío para la artista. "Había días muy pesados donde pasabas por desmañadas, hacía mucho frío afuera y tenías que estar gritando y eso te acababa la garganta. Azotarte contra la pared o contra el piso escena tras escena durante mucho tiempo, todas esas cosas son muy pesadas de hacer", recordó. 

Si bien Ana aseguró que hubo días divertidos dentro del rodaje, también señaló otros que la hicieron replantear su carrera. "Hay momentos donde te preguntas: ¿Por qué soy actriz y por qué tengo que estar aquí sufriendo en medio del desierto a las 5 de la mañana?", reconoció.