Gracias a su trabajo en The Hateful Eight de Quentin Tarantino, Ennio Morricone recibió el mayor de los reconocimientos a los 87 años cuando ganó el Óscar a la Mejor Banda Sonora en 2016. Sin embargo, la carrera del italiano que falleció este lunes tuvo una larga lista de éxitos que no ganaron el premio de la Academia, pero que lo llevaron a ser considerado uno de los grandes músicos de la historia del cine.

En lo que respecta al mayor galardón cinematográfico, el compositor fue nominado otras cinco oportunidades: lo hizo por Days of Heaven (1978), La misión (1986), Los intocables de Eliott Ness (1987), Bugsy (1991) y Malèna (2000). Es decir, en un lapso de 38 años estuvo entre los más destacados de su especialidad. 

Con la música de La leyenda del pianista en el océano se llevó un Globo de Oro en 2000, además de los que obtuvo por La Misión y The Hateful Eight. Érase una vez en América fue otra de sus creaciones más premiadas, con un Premio BATSA y un Nastro d'argento. También se adjudicó el reconocimiento de la Academia británica por otra de sus obras maestras: Cinema Paradiso. El bueno, el feo y el malo de 1966 no puede dejarse afuera como uno de sus trabajos más representativos, aunque no haya sido premiada. 

Morricone además será reconocido por su trabajo junto a Quentin Tarantino. El estadounidense lo incluyó en bandas sonoras de películas como Kill BillDeath ProofMalditos bastardosDjango desencadenado. Tras varios desencuentros y declaraciones cruzadas, finalmente se volvieron a encontrar para ganar el Óscar por The Hateful Eight. 

Según IMB, el hombre que vivió hasta los 91 años le dio música a 397 películas diferentes. Al largo listado se le suman composiciones para documentales y hasta para el Mundial de Fútbol Argentina 1978. La última vez que pudo escucharse la genialidad del romano fue en La corrispondenza, de 2016.