Desde que Los Extraños llegó a Netflix, los usuarios de la plataforma de streaming quieren saber qué esconde detrás este drama social británico. Escrita y dirigida por Nat Martello-White, el thriller apareció para abrir el debate entre las diferencias de clase y el racismo naturalizado en algunos sectores. ¿Qué fue lo que inspiró realmente a The Strays?
+ De qué se trata Los Extraños en Netflix
The Strays, como se titula originalmente, llegó a Netflix el pasado 22 de febrero. A lo largo de 1 hora y 40 minutos, la ficción sigue a Neve, una mujer negra de piel clara interpretada por Ashley Madekwe. Aquel no es un detalle menor: ella ha luchado en la clase trabajadora de Londres y está desesperada por huir de sus problemas.
La historia real de Los Extraños (Netflix).
Pasaron 18 años desde aquel entonces y ahora Neve vive en una ciudad aparentemente perfecta. Mientras pasa sus días con su marido y sus dos hijos, ahora se enfoca en mantener la elegancia, ganarse el respeto en una comunidad blanca exclusiva y vivir con la mayor riqueza posible. No obstante, aquella fachada podría desaparecer con la llegada de dos extraños a su vecindario que se transforman en una amenaza.
+ La historia real de Los Extraños de Netflix
¿Los Extraños es una historia real? La respuesta es sí. El cineasta Nat Martello-White reveló en diálogo con Radio Times que se inspiró en un relato de su madre para construir el guion. “Se trataba de una mujer que esencialmente negaba el hecho de que tenía dos hijos negros. Ella también tenía dos hijos, que eran de piel muy clara y casi blancos, y esta mujer era birracial. Y realmente me sorprendió este tipo de complejidades, cómo podía ser que alguien sintiera que debía borrar su pasado y negarlo”.
La historia real de Los Extraños (Netflix).
Así, el director de The Strays recordó una vez más la conversación con su madre: “Ella también es birracial, y me estaba hablando de sus experiencias, sobre cómo atravesar diferentes culturas y clases y, a veces, ser percibida como casi blanca y de cómo la gente la trataría. Siempre existe un extraño tipo de desliz o microagresión que en realidad es bastante ofensivo”.
