En la nueva versión de Sr. y Sra. Smith, dos desconocidos solitarios consiguen trabajo para una misteriosa agencia de espías que les ofrece una vida gloriosa llena de espionaje, riqueza, viajes por el mundo y una hermosa casa en Manhattan.
¿La trampa? Nuevas identidades en un matrimonio arreglado como el Sr. y la Sra. John y Jane Smith. Ahora casados, John y Jane enfrentan una misión de alto riesgo cada semana mientras que también enfrentan nuevos hitos en su relación. Su compleja coartada se vuelve aún más complicada cuando descubren que hay sentimientos reales entre ellos. ¿Qué es más arriesgado: el espionaje o el matrimonio?
El género de la acción por lo general se centra más en alimentar la dinámica de las secuencias de gran calibre y energía. A lo que se suma que, usualmente, se despreocupa de construir el universo en que se emplaza la historia y las motivaciones que mueven a los personajes. Así convierten la obra en un mero vehículo de espectacularidad y en amuleto para hipnotizar el ojo.
La película de 2005 de Sr. y Sra. Smith hacía más bien eso: “se ajustaba al protocolo” del género. Por lo mismo, el anuncio de un remake en formato televisivo de esa idea probablemente no fuese necesariamente atractivo para el espectador actual.
Sin embargo, la mejor sensación que te puede dejar el reboot de algo que ya se conoce es “taparte la boca” ante los prejuicios y, una vez revisado, desmostrarte que es un gran material.
Sr. y Sra. Smith: ¿Por qué hay que ver la serie de Prime Video?
Lo que hizo Donald Glover con Prime Video en esta nueva producción televisiva no fue replicar; sino que tomar la idea original, ampliarla, mantener el componente de la intriga y el potencial de la acción, y resignificarlo en un artefacto completamente nuevo y de lujo para hablar de temas más profundos.
En el fondo, Sr. y Sra. Smith es un drama de parejas muy bien enmascarado como trama de intriga y espías.
Su sustento está principalmente en la combustión de la química entre Donald Glover y Maya Erskine como protagonistas, mientras forjan su relación amorosa a través de un trabajo conjunto improbable. Así se sumergen en un examen acabado de cómo se gesta, cómo se edifica, desarrolla y desmorona un vínculo.
La idealización del otro, la curiosidad del principio, las mentiras, la sinceridad, los patrones de comportamientos, lo que se omite y lo que se grita iracundo. Las descargas emocionales, la complicidad. Es impresionante: todo está examinado exhaustivamente gracias a un guión muy pulido, que nunca flaquea y que hacia el final de la temporada sólo crece para entregar un remate de antología y casi perfecto. El “casi” es sólo por el nivel de cliffhanger en que deja la narrativa al espectador, cuando ya se ha enamorado de la pareja.
Los invitados para papeles secundarios se lucen en la brevedad de sus apariciones. La banda sonora tiene la misma delicadeza del libreto para generar momentos de puro romance, pura tensión, pura ira o puro y glorioso desahogamiento. Y el humor es tan delicado como mordaz, sacando risas en los momentos más improbables, como contrapunto de complejas conversaciones que se sostienen sobre la proliferación de la relación.
Al cierre, Sr. y Sra. Smith te ha tapado la boca. Tiene agilidad, tiene encanto, se nota pasión en la reimaginación y comodidad en la actualización de un material que parecía olvidado. Sólo te hace pensar en por qué Prime Video decidió lanzar todos sus capítulos de una sola vez y no la estrenó con un capítulo semanal como usualmente lo hace con sus producciones originales; sólo para poder convivir más tiempo con estos personajes. En su lugar, liberó la temporada completa y el magnetismo de la serie es tan potente que terminas devorándola abruptamente en cada momento libre que tienes, si es que no la ves en una imparable maratón. Muy satisfactoria, es decir poco.