Con cuatro temporadas ya disponibles en Netflix, The Crown es una de las series más exitosas a nivel mundial. La creación de Peter Morgan revela, detalle por detalle, toda la vida de la familia real británica sin ningún escrúpulo algo que, de hecho, hizo tambalear los cimientos del Palacio de Buckingham, especialmente en las dos últimas temporadas donde se salió de las historias típicas de la monarquía y no emitió ninguna polémica.
Es que, cada vez que se habla de la Reina Isabel II y su familia, muchos procuran cuidar su imagen, pero en The Crown sucede exactamente lo contrario. Tal es así que, más de una vez, Felipe de Edimburgo se llegó a quejar del contenido plasmado en la pantalla chica al igual que el Príncipe Carlos, quien aseguró que hay dos escenas que fueron las que lo hicieron enfurecer por no ser verídicas.
Sin embargo, la temporada que más estupor causó fue la cuarta ya que fue la incorporación de Lady Diana a la serie. Interpretada por Emma Corrin, la princesa del pueblo fue la gran protagonista de los últimos episodios de Netflix ya que se mostró desde su llegada a la Casa Real, pasando por su casamiento con el heredero al trono y, además, su primer embarazo y el posterior nacimiento del Príncipe William.
De hecho, la participación simbólica de Diana de Gales en The Crown convirtió a Emma Corrin en el gran hallazgo de Netflix. Esto se debe a que la actriz, además de contar con un parecido inigualable a la verdadera Princesa, también deslumbró con su nivel actoral siendo que, antes de entrar al elenco de la tira no tenía con un extenso currículo, pero según lo que dijo más de una vez, para este papel se preparó diferente y, uno de sus recursos para su gran actuación fue ver documentales viejos de la hija del Conde de Spencer.
Aunque, a pesar del éxito que la ficción le trajo a Corrin, ella no la pasó del todo bien durante las grabaciones. De hecho, fue ella misma quien contó un dramático episodio que vivió mientras cumplía con su trabajo: estuvo al borde de la muerte. “Yo tenía una escena en una piscina helada. Me tenía que mantener flotando en el agua y era difícil con el agua tan fría. Lo hice, pero llevaba un tiempo ya filmando con mucha tos. Luego de esa escena mi estado empeoró”, comenzó explicando a la revista Glamour.
Es más, tal fue el problema que le causó que, esa misma noche tuvo que acudir al médico ya que el asma le jugó una muy mala pasada. “Fuimos al hospital para que me recetaran un antibiótico y terminé internada. Me hicieron una prueba de oxígeno y me dijeron: “hoy no podés subir a un avión porque tu nivel de oxígeno en sangre es muy bajo”. ¿Si tuve miedo a morir? Un poco”, aseguró.
Cabe destacar que la escena que mencionó Emma fue filmada en España y, esa misma noche, debían regresar todos juntos a Inglaterra. Aun así, su estadía en el hospital y su retraso para volver a la serie terminó con una anécdota: “el primer día nadie me reconoció, pero el segundo día una de las enfermeras se me acercó y me dijo que sabían quién era y que querían felicitarme”, dijo entre risas y, después, cerró: “me ofrecieron una bolsa de cartón para ponerme en la cabeza así los fotógrafos no podían tener imágenes mías. Me reí mucho, pero rechacé la oferta”.