Falta exactamente un año para que la quinta temporada de The Crown esté disponible en Netflix, pero aún así ya está causando todo tipo de problemas. Esto se debe a que, desde su estreno, la serie mantuvo cierto orden cronológico por lo que, siguiendo esa línea, ahora estará enfocada en la década de los 90 hasta el inicio del nuevo milenio. Es decir, los momentos más polémicos de los Windsor.
A lo largo de sus cuatro temporadas, The Crown jugó con rumores y presunciones, mostrando sin tapujos toda la historia de Isabel II y su familia llegando al punto de no dejarlos bien parados en ciertos aspectos. Sin embargo, será recién para la próxima edición cuando las peores heridas de la familia real se vuelvan a ver plasmadas en la pantalla chica. Y, por supuesto, la gran protagonista será Lady Diana.
Es que, en aquella época se dio no solo su separación con el Príncipe Carlos, sino también su divorcio legal con él, su entrevista de venganza y su posterior muerte en 1997. Pero, mientras la serie se encuentra en pleno proceso de producción hay que destacar que su estreno se podría ver afectado. Al parecer, según trascendió, desde el Palacio de Buckingham ya están averiguando cómo defenderse ante cualquier difamación.
Fue el medio The Sun el que compartió la información alegando que amigos de la Reina y de la familia entera buscaron asesoría legal en el caso de que sean utilizados en The Crown como personajes secundarios. Y, por lo visto, los expertos les habrían aconsejado que existen los medios necesarios para llevar tanto a Netflix como a Peter Morgan y su equipo a juicio.
Eso sí, se desconoce cuál sería el medio que utilizarían las firmas de abogados de los monarcas, pero según declaró una fuente al portal ya mencionado “el consejo que recibieron los amigos también se aplica a la familia real”. Sin dudas, esto sembró el camino para una posible demanda que podría ser épica en la historia de Netflix, especialmente teniendo en cuenta que The Crown es una de sus series más caras.
Y, según algunos datos que fueron surgiendo a lo largo de estos meses, lo más conveniente para la ficción sería no contar con la entrevista de Diana de Gales a la BBC para así evitarse un problema mayor. Hay que recordar que el Príncipe William, el primogénito de la princesa, declaró que cualquier producción que hable de su familia y, en especial de su madre, que utilice esta entrevista tendría consecuencias graves.
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