Ana Cristina vive un sueño. Así lo manifiesta ella debido al éxito que ha tenido Noche de fuego y que, como consecuencia, le ha traído una alegre vida inesperada a su persona. Hizo la película siendo una niña y ahora atestigua los frutos de su trabajo en el ingreso a la adolescencia, por lo que dice tener más conciencia de lo que significó haber interpretado a Ana en su etapa infantil.

Emocionada describe cómo fue su viaje a España para estar presente en los premios Platino durante el mes de mayo. Atesora todavía en su piel la emoción de subir a un avión y visitar un país que no estaba en sus planes conocer a temprana edad. 

También tiene más nociones de la historia que se cuenta en Noche de fuego. Trata de entender por qué suceden esas cosas, qué le pasa al país con la violencia ejercida hacia las mujeres. Es por eso que agradece estar rodeada de gente que le inculca amor, respeto y solidaridad con los demás. 

A sus 12 años cursa el segundo grado de secundaria y quiere continuar con sus estudios, pero sin desestimar su interés por seguir en el camino de la actuación, sobre todo por la motivación que le representa estar nominada al Ariel como Mejor Actriz. 

Contenta y atenta accedió a la entrevista con Spoiler para hablar sobre lo que ha sido su vida tras la aparición de Noche de fuego en su trayecto. 

Entrevista con Ana Cristina Ordóñez, nominada al Ariel como Mejor Actriz por Noche de fuego

¿Cómo vas en la escuela? ¿Qué grado estás cursando ahorita?

Acabo de entrar a segundo de secundaria. Yo siento que me va bien.

¿Hay alguna materia que no te guste?

La que no me gusta es Historia y no sé por qué. Simplemente no me gusta.

Ana, ¿ya te enteraste que fuiste nominada a un Ariel como Mejor Actriz?

Sí, nos enteramos poco después de que lo anunciaron.

¿Cómo tomaste la noticia?

Me emocioné mucho porque jamás hubiera imaginado que fueran a nominarme por algo, menos como Mejor Actriz. Noche de fuego es mi primer proyecto como actriz y nunca pensé que mi primera película iba a llegar a todo esto. En verdad que ha sido una sorpresa. 

Cuéntame cómo fue que llegó este proyecto a ti.

Todo esto fue por parte de la escuela. Un día llegaron nuestras maestras diciéndonos que iban a venir unas personas para hacernos un casting. Algunas mamás no quisieron y otras si. A mí, afortunadamente, sí me dieron permiso. 

No fue tan difícil. Nos hicieron preguntas sobre nuestras vidas, como si sabía montar a caballo. Eso fue con todas las niñas que quisimos hacer casting. Después se fueron y nos dijeron que nos iban a avisar quién se iba a quedar o qué iba a pasar con nosotras.

Pasó una semana cuando le hablaron a mi papá para decirle que yo tenía que hacer una entrevista en un lugar cerca de mi casa. Entonces fuimos. Allí nos hicieron casi las mismas preguntas que en el casting. Luego de eso estuvimos tres días en Querétaro, después una semana.

En cuanto me dijeron que había sido seleccionada para actuar, me quedé un mes para practicar. Cuando estuve lista y preparada, nos fuimos a grabar a la Sierra Gorda de Querétaro.

¿En qué momento te dijo la directora Tatiana Huezo de qué iba tu personaje?

Primero que nada, no nos dieron un guion. Cuando nos fuimos a practicar un mes a Querétaro, las personas que nos estaban preparando y entrenando nos preguntaban qué haríamos si nos sucediera tal o cual cosa, o cómo reaccionaríamos ante tal o cual situación, que al final es lo que pasaba en nuestras escenas. 

Nos metíamos en nuestra cabeza esas situaciones para después actuarlas. Al momento que Tatiana me dijo que había sido seleccionada para un papel, me emocioné demasiado, así que me dejé guiar en cada grabación para que a mi personaje le pasara lo que le pasa en la película. 

¿Qué edad tenías cuando la hiciste?

Nueve años.

¿Cómo te sentiste frente a la cámara? ¿Te incomodó o se te hizo fácil?

Me dio mucha vergüenza al principio, sobre todo en los lugares donde había mucha gente. En los primeros días, por ejemplo, sí me dio mucho miedo. Pero conforme íbamos grabando por semanas fui perdiendo el temor que me daba. En cuanto se me fue el miedo, sentí que todo me era más sencillo, pude estar más tranquila. Es cuestión de agarrarle confianza. 

¿Tú ya viste la película?

Sí, ya. La primera vez que la vi fue en Querétaro. Fuimos a verla allá. Luego la volví a ver en la premier de Ciudad de México.

¿Qué impresión te causó verte en pantalla?

Me causó felicidad. Antes de verla tenía miedo. Después sentí vergüenza de verme porque tenía temor de que las personas se fueran a reír de mí. Cuando terminó me dio alegría porque nunca imaginé que estaría en una pantalla. Sentí muchas cosas bonitas y feas porque es muy impresionante. 

Hay una escena muy fuerte que es cuando te cortan el cabello. ¿Cómo fue para ti esa escena?

Sí, fue muy fuerte. En un principio, cuando me dijeron que iba a grabarla, yo quería que me cortaran el cabello. Pero en cuanto se estaba haciendo la escena, me ganó el sentimiento por ver que me lo iban a cortar tan pequeñito y me puse a llorar. También me dio miedo porque pensé que se me iba a quedar así. 

Sí me dio tristeza que me cortaran el cabello porque creí que ya no me iba a volver a crecer como lo tenía. Eso me daba mucho temor.

Respecto al tema que aborda la película, ¿qué piensas sobre lo que desafortunadamente ocurre con muchas niñas en este país?

Yo sabía sobre esos temas pero jamás pensé que fuera algo tan grande y que implica mucha violencia. Definitivamente no me lo imaginaba tan grande. Es muy raro y muy feo enterarse de lo que sufren niñas y mujeres de varias comunidades. Son problemas que dan muchísimo miedo. Gracias a la película supe muchas cosas de lo difícil que es ser niña y mujer aquí (en México). Me impactó descubrir cómo la violencia funciona en un balance demasiado horrible. 

Sentí algo raro en mí que no sé explicar. Saber que todo era tan diferente a lo que yo conocía… No creí que (México) fuera tan violento. 

¿Cómo fue para ti la vida después de haber hecho la película?

Recién cuando volví a la escuela hubo niños que me decían que me veía bien con el cabello cortito y otros se burlaban de mí. Eso no me gustaba, así que me ponía triste. Pero en cuanto vieron la película, me empezaron a felicitar y cambió todo.

Otro cambio ha sido con mi familia. Ya éramos unidos, pero nos hemos unido más a partir del éxito que ha tenido Noche de fuego. Sin ellos no hubiera podido hacer lo que hice y están siendo mi apoyo en todo lo que hago.

Tu trabajo en Noche de fuego también lo han visto fuera de México. ¿Qué sensación te genera eso?

Por un lado, me siento orgullosa de que se vea una película en la que se trabajó bastante para que sea una gran película. Me pone feliz enterarme de que hay personas a las que les ha gustado lo que han visto. Pero por otro lado, me angustia pensar que haya gente que se burle de mí, o de lo que hago. No me agrada la idea de que pueda haber alguien que se ría de mi persona por verme en pantalla.

Ana, mencionas mucho al miedo, especialmente a que se burlen de ti. ¿por qué lo dices? ¿Qué sientes?

No sé, creo que me daría mucha tristeza que otras personas vean algo malo en mí cuando lo he hecho con gusto y de la mejor manera posible. Asusta la idea de que alguien me diga que lo hice mal. 

Tras la experiencia de Noche de fuego, ¿te gustaría continuar la carrera de actriz?

¡Sí! Me encantó la experiencia de hacer cine. Por como se dieron las cosas y la forma en que se trabajó, luego de ponerme frente a la cámara, puedo decir que sí quiero seguir. Si el resultado hubiera sido otro posiblemente diría que no. 

¿En qué tipo de películas te gustaría actuar?

¡En películas de terror o policíacas! Me gustan los temas en que haya acción, suspenso. Que sean historias muy emocionantes.