“Los perros son el mejor amigo del hombre” es una frase que ha recorrido fronteras al punto de que, más de una vez, fue reflejada en películas de Hollywood, tal y como ha hecho Channing Tatum en su nueva creación. Dog, un viaje salvaje es una comedia disparatada que llega a los cines mañana, 23 de junio, y no sólo se trata de una historia emotiva y atrapante, sino que supone el debut del actor como director, guionista y, además, es una de sus mejores actuaciones hasta el momento.
Dog, un viaje salvaje sigue un modelo narrativo clásico de Hollywood: un veterano de guerra amigo de una perra que sirvió para el ejército a su lado. Sin embargo, en esta ocasión, Channing Tatum logra darle un toque de frescura inigualable a la historiainterpretando a Jackson Briggs, un Ranger del ejército. Mientras que, a su lado, su gran coestrella es Lulu, una perra que regresó muy afectada de la guerra y de sus entrenamientos para matar.
Jackson, el personaje de Channing Tatum es un exsoldado con más problemas de los que quiere o puede admitir. Por una grave enfermedad, a consecuencia de la guerra, fue removido de sus actividades, aunque para él un soldado nunca se rinde y su único objetivo es regresar a sus labores. No obstante, en su camino se cruza Lulu, la perra de su fallecido mejor amigo y a quien nadie puede controlar, pero él tiene una sola misión: ayudarla, sin saber que ella lo ayudará a él convirtiéndose en su gran amiga.
Y, si bien el animal es un gran complemento para este film ya que se nota el entrenamiento y adoctrinamiento que tiene para poder “actuar”, quien deslumbra es Channing Tatum. El actor mostró, en un solo papel, la peor y la mejor versión de un soldado derrotado, pero con esperanzas. Con un costado humanístico supo plasmar el dolor yla frustración, con un recorrido fluido de todos sussentimientos, los cuales el espectador puede comprender y con los que se puede compenetrar a la perfección.
Pero, también está su lado amoroso, el que lo motiva a seguir adelante y el que le enseña que hay vínculos que son más fuertes que cualquier otra cosa. Con esto es cómo logra darle un costado realista y poco pomposo a su personaje, especialmente cuando se da cuenta que Lulu es parte de su vida y la única que lo ayuda a salvarse. Así como él hace con ella, volviéndose ambos extraños compinches que enternecen, dan gracia y luchan en contra de sus propios fantasmas.
Es decir, Dog, un viaje salvaje, sabe cómo mezclar emoción, drama, amor, pero también comedia gracias a su guion inigualable al que los actores han sabido darle la dinámica necesaria para que, incluso, parezca real. El libreto tiene una profundidad en sus diálogos que pocas veces se ha visto en una historia de este tipo. Asimismo, también está el hecho de que este largometraje no es más que un road trip, pero que cuenta con condimentos para triunfar.
Si bien en algunos momentos del film los protagonistas visitan otros escenarios, la principal puesta en escena es la camioneta de Jackson Briggs, con la cual recorren la Costa Oeste de Estados Unidos. Y, muy bien logrado una vez más, este vehículo es el gran proveedor de una relación que hace de esta película algo emocionante. Sin dudas, Dog, un viaje salvaje, es una cinta digna de disfrutar, con alegría, llanto, amor y muchos sentimientos por delante.