En los últimos años, la audiencia ha demostrado un particular interés por las cintas biográficas. De esta manera, una imponente producción como Elvis obtuvo un fuerte impacto en la taquilla, además de una serie de nominaciones a los Premios Oscar 2023, incluyendo Mejor Película. Ahora el fenómeno intentará replicarse con I Wanna Dance With Somebody, la historia de Whitney Houston que llega a los cines este 9 de febrero.
La comparación entre ambos largometrajes resulta inevitable no solo por sus fechas de lanzamiento tan cercanas, sino también por un sinfín de puntos en común. Mientras que el Rey del Rock and Roll fue señalado como un cantante blanco que interpreta música negra, La Voz -tal como se apodó a Houston- fue criticada como una artista afroamericana que hace “canciones de blancos”.
Las similitudes podrían continuar: una duración semejante, sus secuencias musicales que reflotan éxitos para nuevas generaciones, el especial vínculo con sus representantes, el ascenso a la fama y la dura caída cuando las adicciones irrumpen en sus vidas. “Superé a Elvis”, pronuncia en una escena la Whitney Houston ficticia intentando remarcar cuán lejos ha llegado con su música. Pero, en materia cinematográfica, probablemente I Wanna Dance with Somebody no consiga el mismo efecto.
Dirigida por Kasi Lemmons y escrita por Anthony McCarten, Quiero bailar con alguien -como se traduce en Hispanoamérica- presenta un retrato de la mujer que comenzó en el coro de Nueva Jersey siendo solo una adolescente, y que supo transformarse en una de las artistas más premiadas de todos los tiempos. Con Naomi Ackie a la cabeza, el reparto se completa con las actuaciones de un fascinante Stanley Tucci, Ashton Sanders y Nefessa Williams.
¿Qué hay detrás de esa gran voz que marcó una generación? A través de sus hits, la película propone un relato donde el amor se convierte en el principal motor para Whitney Houston. I Wanna Dance With Somebody, la canción que le da nombre al film, llega justo cuando la joven cantante aún no podía darle rienda suelta a su deseo. No solo a nivel familiar y profesional, sino también en cuanto a su amor prohibido de aquel entonces.
En este sentido, el recorrido continúa con los temas musicales que marcaron su trayectoria. Su inolvidable trabajo en El guardaespaldas llega con éxitos como I Will Always Love You y I Have Nothing que, con certeza, coinciden con las circunstancias personales que atravesaba a inicios de los años 90.
Al contar con el mismo guionista de Bohemian Rhapsody, biopic de Freddie Mercury, I Wanna Dance with Somebody se transforma en una lista de fórmulas a seguir. De este modo, Naomi Ackie no logra captar la esencia de la homenajeada para regalar una interpretación personal, sino que en su lugar se centra en una correcta imitación.
Es por esto que la película biográfica de Whitney Houston consiste en una seguidilla de sucesos imponentes en la vida de la cantante, como su presentación del himno en el Super Bowl, que se entrelazan con momentos musicales efectivos, pero que no alcanzan para ofrecer algo distinto a lo que el género ya exhibió en los últimos años.