Al pensar en los actores juveniles más populares de la industria del entretenimiento, un nombre encabeza la lista: Jacob Elordi. Con apenas 25 años, el actor supo encabezar una trilogía romántica en Netflix, formar parte del reparto de la ficción adolescente por excelencia de HBO Max y hasta ser presentador en una de las categorías de los Premios Óscar. Pero aunque cierta parte de la audiencia considere que su trabajo es muy sencillo, en realidad, el intérprete se asegura meticulosamente de cada una de sus decisiones en pantalla.
No es para menos: su rol como Nate Jacobs en Euphoria, la serie protagonizada por Zendaya que propuso un elenco joven y renovado, le proporcionó reconocimiento a nivel internacional. En este sentido, entendió que no debía tomar a la ligera su trabajo y estar atento a los detalles que construyen su rol en la producción de HBO. Incluso… ¡hasta estudió el comportamiento de los tiburones para llevar adelante su personaje!
Es que, como Nate siempre se encuentra observando antes de atacar, el actor encontró inspiración en este animal que devora a sus víctimas en la profundidad del océano. Asimismo, entrenó su físico y estudió a jóvenes similares a su papel para entender cómo se vinculan con otras personas. Sin embargo, no contó con la misma suerte al personificar a Noah Flynn, el protagonista de The Kissing Booth.
En realidad, El Stand de los Besos está inspirada en una novela juvenil publicada por Beth Reekles. Al tratarse de una adaptación, Jacob Elordi entendió que debía mantenerse fiel a lo que había fascinado a los lectores. Pero Netflix no lo interpretó del mismo modo. En diálogo con GQ, explicó las diferencias que encontró entre el texto original y el guion de la película que estaba a punto de rodar con Joey King en la piel de Elle Evans: “Recuerdo que dije: ‘En el libro mi personaje fuma. Tengo que fumar. Tiene que llevar tabaco encima. Es un chico malo’”.
De todos modos, el gigante del streaming le indicó que omitirían ese detalle de Noah. “Yo insistía: ‘Pero qué mier** es ésta. ¿Vamos a mentir a todos los catorceañeros que han leído el libro? Este tío fuma nicotina. Lo dice aquí, en la página cuatro, ¡mira!’. Me imagino que debieron flipar y que pensaban que no iba en serio”. Y es que Jacob toma con mucha seriedad su trabajo. “Para mí, actuar es como respirar. No terminé la universidad y casi no termino el instituto. Todo lo que sé, procede de los libros y las obras que leo”, concluyó.