La temporada de premios comenzó y eso no hay quien lo dude. Luego de dos años de pandemia las ceremonias volvieron a tomar forma física y dejaron de ser vía online. La última de ellas y la cual dejó grandes polémicas a su alrededor fue la celebración de los Premios BAFTA 2022. La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión ha llevado a cabo su 75º edición la cual se dio en el Royal Albert Hall.

Los Premios BAFTA son uno de los más esperados del año dado que son los que comienzan con la recta final de la temporada de premios la cual finalizará con los Oscars. En esta ocasión, La Academia celebrará su nonagésima cuarta edición el próximo 27 de marzo teniendo como precedente todo lo que sucedió en Inglaterra. De hecho, son estos mismos los que pronostican lo que sucederá en el máximo galardón.

Eso sí, lo cierto es que los Premios Oscar parecen no guiarse por los trabajos previos que han tenido sus artistas. Esto se debe a que, según lo que ha sucedido en los BAFTA 2022 hay dos actrices que sufrieron las consecuencias de los papeles que interpretaron tanto ahora como hace unos años. Tal es el caso de Kristen Stewart quien el año pasado protagonizó Spencer, la película de Lady Di y, a pesar de que en esta temporada ganó más de una estatuilla, para los BAFTA no recibió nada, ni siquiera una nominación.

Sin embargo, no es el único caso. Así como Stewart habría sido víctima de la influencia de la realeza británica, también está Olivia Colman. La actriz, el año pasado brilló con su trabajo en La Hija Oscura al punto de que está nominada al Oscar como mejor actriz, pero ¿en los BAFTA? ¡Nada! Y, por lo visto, habría sucedido lo mismo: la influencia de la realeza británica habría sido la causante de su no nominación. Esto se debe a que, como es sabido, la intérprete le dio vida a la Reina Isabel II en la tercera y cuarta temporada de The Crown.

Hay que recordar que la Casa Real Británica tiene mucho dominio de lo que sucede en los BAFTA, desde hace años, ya que el Príncipe William es el presidente de La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión. Y, con esto, una vez más se vuelve a demostrar que las censuras y la autoridadde la gente poderosa puede perjudicar a quienes solamente toman un papel.