Pasaron cinco días desde que La Casa de Papel estrenó la primera parte de su quinta y última temporada. Sin embargo, es tal el fenómeno que aún permanece entre las primeras tendencias de Netflix y continúa siendo tema de conversación en redes sociales. Es que la despedida de los atracadores de mono rojo ya comenzó y tendrá su final definitivo en el gigante del streaming el 3 de diciembre. Algo que los usuarios notaron fue una gran incorporación en la ficción: el género bélico.
¿Te has preguntado por qué los creadores de la serie transformaron el robo en una guerra? En primer lugar, hay un punto clave. Siempre la disputa ha estado presente en la producción protagonizada por Úrsula Corberó y Álvaro Morte. Es que, si se escuchan con atención las palabras de El Profesor en los primeros episodios de La Casa de Papel, se puede entender que esto se trata de una rebelión contra el sistema y que el objetivo no es dañar a los simples ciudadanos.
Además, se introdujo el concepto de “soldados” con la presencia de Helsinki y Oslo en la banda, dos primos que aunque son de pocas palabras, dieron a entender su duro pasado cargado de violencia. Sin embargo, no fue hasta esta quinta temporada que la guerra se volvió explícita con la presencia de un ejército dentro del banco. En el especial de Netflix La Casa de Papel: De Tokio a Berlín sus productores lo explicaron.
Álex Pina, creador y guionista de la serie, aseguró: “Creíamos que teníamos que dar algo más pero no sabíamos cómo atacar el género bélico y cómo rodarlo ya que es extremadamente complicado. En este segundo atraco, teníamos tres temporadas y creíamos que habíamos gastado mucho material en la uno y la dos y que necesitábamos una escalada en el drama y la emoción. Llevar al límite al espectador”.
Siguiendo con sus palabras, el coproductor ejecutivo y guionista Javier Gómez Santander explica: “Todo lo que has hecho ya lo ha visto tu espectador. Entonces, si le quieres sorprender, te tienes que meter en un problema nuevo. Tienes que ir a territorios que no dominas para que el que mira vea cosas que no ha visto. Y eso es empeorar nuestra calidad de vida”. Y agrega: “La palabra ‘guerra’ en una serie que tiene tantos géneros diferentes, introducir el bélico resultaba muy estimulante. A veces, cuando es estimulante para escribir, has dado con una tecla que al espectador también le puede funcionar”.
Jesús Colmenar, el director de la serie, no hace más que afirmar lo que sus compañeros de equipo detallaron: “Yo entré con mucha responsabilidad sobre mis hombros. Teníamos que hacer la temporada más grande, más épica, la parte más emocionante donde todo culmine y donde los personajes estén más al límite”. Por su parte, la guionista Esther Martínez Lobato concluye: “Vancouver siempre se intenta meter en los lugares más desapacibles, para aprender. Sus creativos intentamos aprender de lo que lo sabemos hacer y el género bélico era una cosa que no habíamos hecho única”.