Hoy podemos confirmar que The Rolling Stones no son inmortales. Charlie Watts, el emblemático baterista de la banda británica, murió este 24 de agosto a los 80 años luego de una dura lucha con el cáncer de garganta. La noticia fue confirmada por su agente Bernard Doherty esta tarde desde Londres, Inglaterra. "Es con inmensa tristeza que anunciamos la muerte de nuestro amado Charlie Watts", expresó.

Según el comunicado, Watts falleció en un hospital de la capital inglesa acompañado de toda su familia. "Él era querido esposo, padre y abuelo y uno de los más grandes bateristas de su generación", indicó además. Por otro lado, en el escrito se solicitó a los medios y al público en general respetar la privacidad de la familia Watts y de todos los amigos del legendario músico. 

Charlie Watts: la vida de un rockstar reservado

Watts había nacido un 2 de junio de 1941 en la clínica College de Londres. Pasó su infancia y parte de la adoslecencia en las ciudades de Wembley y Kingsbury. Fue por esos años también en los que conoció al bajista de jazz Dave Green. Muy pronto se hicieron amigos y comenzaron a compartir sus gustos musicales e interesarse cada vez más en la idea de dedicarse profesionalmente. Por supuesto, en esa época, no era una decisión sencilla de tomar. 

De hecho, Watts tenía talento para otras disciplinas tales como el fútbol, las artes plásticas y el dibujo. No obstante, fue la batería la que más le llamó la atención. A los 13 años empezó a tomar clases. Durante la secundaria, el instrumento se convirtió en su más preciada acompañante, pero todavía no decidía qué hacer con su carrera como músico. Es así que cuando finalizó sus estudios, comenzó a trabajar como diseñador gráfico y, si bien, el arte le gustaba, no estaba convencido de continuar. 

Dejó la Universidad de Westminster y siguió tocando jazz en bares y cafés de Londres junto a Green. Formaron su propia banda llamada Jo Jones All Stars entre 1958 y 1959 y, poco a poco, Watts fue conociendo el rhythm and blues, un género que, por cierto, lo fue atrapando cada vez más. Por esos años de joven que aún buscaba su camino en la vida no se imaginaría que muy poco tiempo después formaría uno de los grupos más importantes en la historia del rock. 

Más precisamente en 1962 conoce a Mick Jagger, Brian Jones, Keith Reichards y Ian Stewart. Empezó a tocar con ellos pero no fue sino hasta 1963 que se unió oficialmente como baterista. Desde ese año y hasta 2021 pasó su vida siendo miembro de una de las bandas que más marcó la historia de la música y del rock. Sin embargo, Watts nunca se vio atraído en demasía por la fama ni por lo que implicaba ser una "estrella del rock". 

Por el contrario, siempre se mantuvo como el más reservado del grupo, pero también el más elegante. De hecho, era conocido por su buen gusto a la hora de vestir.  En cuanto a su vida personal, Watts se casó en 1968 con Shirley Ann Shepherd, con quien tuvo una sola hija de nombre Seraphina. Sus últimos años y cuando no salía de gira con sus compañeros, los pasó viviendo con Shriley en una aldea de Dolton, en Inglaterra. 

Sin dudas, Watts, quien admitió haber tenido problemas de adicción durante los años 80, representaba algo así como la contracara del rockstar. Con una personalidad sumamente tranquila y dedicada, se ganó no solo el corazón de sus amigos, familiares sino, además, de todos los fanáticos de los Rolling Stones.