A sus 80 años, don Sergio Olhovich fluye con la tecnología para conectarse vía Zoom y conceder la entrevista. Desde que se le buscó para este ejercicio, se manifestó contento de acceder a él. Su alegría tiene doble motivo: Los Bukis se reencontraron después de 25 años y la película que protagonizaron cumple 32 años. Fue él quien se animó a dirigirla pese a que recibió críticas por ello.

Con dificultades en su habla, el cineasta se hace entender perfectamente. Recuerda como si fuera ayer ese filme de 1990 que hoy cobra otro significado por lo que ha representado el éxito del grupo tras reunirse nuevamente y presentarse con llenos en Estados Unidos, además de anunciar una gira por México.

 

Menospreciada por muchos, valorada como obra de culto por otros, Cómo fui a enamorarme de ti también marcó época por inaugurar el cine de agrupaciones populares que llegaron a la pantalla grande para extender su vínculo con la gente que les idolatraba. Trascendió también en Estados Unidos, país donde la comunidad mexicana que radica allá la recibió con agrado para convertirla en un hit comercial.

¿Qué valor cobra hoy la película? Acerca de eso conversamos con el director Sergio Olhovich, un realizador que a títulos como El encuentro de un hombre solo (1974), Llovizna (1978) y El infierno de todos tan temido (1981), sumó la experiencia de trasladar el boom de Los Bukis al cine.

¿De qué va la película?

Mientras Los Bukis están en la cúspide de su fama y llevan a cabo una serie de conciertos previo a lanzar su nuevo material, un capo de la piratería quiere robar ese disco para distribuirlo en el mercado negro y anticiparse a la venta legal de la disquera. A la par de esa situación una fan sufre porque le roban los boletos para acudir a uno de los conciertos y Marco Antonio Solís se enamora de la persona menos pensada. 

¿Cómo fue que llega a usted la propuesta de dirigir la película de Los Bukis?

Bueno, esa película ya se volvió icónica de alguna forma. Es una road picture. Viajé con ellos de concierto en concierto, de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad. 

Esa película me la propusieron. Un amigo en común mío y de Los Bukis me preguntó si me interesaba hacer una película sobre ellos. A mí ese grupo siempre me gustó por la limpieza y la candidez de sus canciones, así como por los conciertos que daba. Se me hacía un grupo diferente a los demás, como que era más cercano a las familias y a personas de todas las edades.

Dije que sí quería hacerla porque los directores de cine de mi generación, los de mi época, siempre quisimos hacer un western y un musical en nuestras carreras. Son géneros que creíamos que debíamos hacer. Así que cuando me cayó este proyecto prácticamente me cayó mi película musical.

Acepté dirigirla con la condición de que me permitieran escribir el guión. Lo escribí con Tony Rubio, otro cineasta mexicano. La historia en un principio se llamaba Venga la música, pero cuando estábamos avanzados en la trama apareció Marco Antonio Solís para enseñarme la canción que acababa de escribir, que se llamaba Cómo fui a enamorarme de ti, y entonces dije “esta es la canción de la película”, porque además se iba a estrenar en la película. Se me hizo un nombre muy atractivo y así decidimos titular al filme.

En ese guión que usted escribió y dirigió aborda el tema de la piratería. ¿Por qué quiso tocar este punto en la historia?

Siempre he hecho películas que tocan temas sociales y la piratería era un tema muy candente en aquella época. La subtrama de la película muestra a los piratas que quieren robarse el último disco de Los Bukis para anticiparse a su lanzamiento en el mercado oficial.

En aquellos años la piratería era un tema demasiado importante porque implicaba robo, mentira, asesinatos y muertes. Era una situación muy compleja para los músicos y los compositores en ese entonces. El mercado negro era muy difundido.

Otro detalle que muestra en la película es el de una fanática de Los Bukis que  estrena un vestido para ir a un concierto de ellos. Era una época en que las mujeres compraban atuendos para ir a los bailes o conciertos populares. Era algo especial para ellas.

Me consta que así era. Eso me gustaba de Los Bukis porque la gente los quería mucho, se sentían muy identificados con ellos. Las canciones que cantaban eran populares, eran de amor. Se enamoraban de las letras.

Para filmar los seguíamos con nuestras cámaras de pueblo en pueblo. Llegábamos nosotros en las tardes a poner nuestras cámaras antes de los conciertos y los pueblos estaban vacíos, no había gente. ¿Dónde estaba la gente? Estaban sentados en sillas esperando el concierto en las canchas de básquetbol o patios de las escuelas de aquellos pueblos donde iba a ver concierto. Era una fiesta para ellos. Todo el mundo se arreglaba para ir a verlos, los esperaban con orden. Los Bukis lograron eso. 

¿Lo criticaron por hacer esta película?

Me criticaron mucho. “Oye, Sergio, ¡cómo tú vas a hacer una película de Los Bukis!”. ¿Y por qué no? Era prácticamente cine para el pueblo, cine bonito para el pueblo. Hoy me da muchísimo gusto que se hayan vuelto a reunir. Faltaba ese esencia del grupo cariñoso y amistoso que son ellos. 

Habría que decirle a quienes lo criticaron por hacer la película de Los Bukis que después de Cómo fui a enamorarme de ti vinieron las películas de Bronco, Los Yonic’s, Los Temerarios. Fue el inicio de un género de cine popular enfocado con las grandes bandas o agrupaciones de aquel momento.

Por ejemplo, recuerdo un concierto de ellos en Ciudad Juárez en un estadio que era para 50 mil personas. ¡El lugar estaba lleno! La gente seguía los autobuses para despedirse de ellos. Con cámara en mano quisimos ser lo más sinceros para retratar al grupo. Los Bukis eran muchachos que casi rayaban en la ingenuidad de tan buena onda que eran. No me acuerdo de ellos fumando mota o bebiendo alcohol, siempre bien portados. Eran espectaculares. 

En la película hay una secuencia muy curiosa. Vemos a Los Bukis metiéndose a una vecindad, después entran a una casa y salen por el baño de un vecino para poder acceder al escenario de su concierto. Esto solamente podía ocurrir en un concierto de una banda así.

Esa secuencia se nos ocurrió a Tony y a mí. Refleja muy bien lo cercano que estaba el grupo con el pueblo. 

No podían pasar al escenario porque estaba tan retacado el lugar que no había forma de pasar. Por eso es que un niño tuvo la idea de llevarlos por otro camino donde atraviesan una casa en la que todos sus miembros están dormidos. Luego pasan a otra casa donde está cenando una familia y se saludan como si fuera de lo más normal del mundo. Me gustó mucho esa secuencia.

Incluso una familia le ofrece una cerveza al ‘Chivo’ (Eusebio Cortez, bajista) y él se la lleva.

Jajajaja, sí, se lleva la cerveza. Y luego se la deja a alguien más que se encuentra por ahí.

En el reparto de esa película tuvo a Lourdes Munguía, Jorge Russek, Luis Felipe Tovar.

¡Era un repartazo, eh! También estaba Álvaro Carcaño, excelente actor. Arturo Alegro, el Pocholo. Carcaño y Luis Felipe Tovar eran los ladrones que se querían robar el nuevo disco de Los Bukis.

¿En algún momento se pensó titular a la película como Tu cárcel?

No. Tu cárcel era una canción que fue exitosa varios años antes. Si le hubiéramos puesto ese nombre habría sonado a vieja. Queríamos poner una canción nueva que se cantara en la película y lanzara la película. Al final eso sucedió con Cómo fui a enamorarme de ti, que se volvió una canción popular y exitosa.

Las primeras escenas de Cómo fui a enamorarme de ti nos muestran cómo era el ambiente en conciertos de aquel entonces. Son un testimonio sobre cómo la gente se comportaba, se respetaba y disfrutaba de ir a ver a Los Bukis.

Era muy limpio todo. Esas tomas que se ven eran reales, así eran los conciertos. La gente comía sus tacos antes de entrar. Ya adentro, mientras Los Bukis cantaban, la gente bailaba. No se podía beber alcohol porque estaba prohibido. ¡La pasaban bomba!

Yo no sé si todavía eso existe. Me agradó haber sido testigo de esa forma de entretenimiento popular que tenía el pueblo. Los fans simplemente querían ir a bailar, a cantar. Se arreglaban para eso.

Se cumplen 32 años de la película y Los Bukis se reencuentran después de 25 años. ¿Qué opinión le merece esto?

Los Bukis son muy auténticos. Y lo auténtico gusta en todas las épocas, a todas las generaciones. Las canciones de ellos las cantan los abuelos, los padres, los hijos y los nietos. Sus canciones son preciosas, pegajosas, le llegan a la gente.

Cuando Cómo fui a enamorarme de ti se estrenó en Estados Unidos, un año después, ganó el premio a la película más taquillera del año porque el público mexicano que vivía allá llenó los cines. Querían ver a Los Bukis, estar cerca de ellos. La pantalla los acercaba.

La película gustó mucho en ese entonces porque había autenticidad, cariño y conexión entre el grupo y el público. Era una conexión directa e inmediata, eléctrica. Después de los conciertos había filas interminables de muchachas y muchachos que querían saludarlos, pedirles autógrafos. Lo que hacían Los Bukis era quedarse a platicar con esas personas, firmaban autógrafos. No se iban hasta no atender a sus fans. 

En lo personal me siento orgulloso de haber hecho la película de un grupo que sigue siendo querido por el pueblo mexicano. Vale la pena que a todo el grupo le hagan un reconocimiento que premie el mérito popular que han tenido por décadas. 

Oiga, ¿cómo fue dirigir al ‘Chivo’ Cortez? Era un espectáculo dentro del espectáculo.

Era impresionante cómo movía las piernas de arriba a abajo en el escenario. Yo le di en la película un lugar especial con una subtrama donde una mujer simpática lo persigue para todos lados. Sus compañeros se ríen de él por la señora que lo perseguía sin dejarlo en paz. Le puso humor. Hizo mucho caso a lo que le pedía, colaboró demasiado.

¿Ha mantenido contacto con Los Bukis?

No los he vuelto a ver. Le he escrito a Marco (Antonio Solís) un par de veces pero no me ha contestado, creo que no se ha dado cuenta. Siempre anda del tingo al tango con tanta cosa que hace. Me da mucho gusto que se hayan vuelto a reunir. Me encantaría saludarlos.