El capítulo 4 de la temporada 2 de Invincible nos dejó a todo mundo con la boca abierta y sumergidos en el peor de los suspensos, con un desenlace que pinta para que el final de temporada sea lo más épico que hayamos visto en TV en mucho tiempo, por lo que a continuación va nuestra crítica sin spoilers de este enorme episodio.
Para empezar, este episodio me dejó con la misma sensación que tuve de niño, cuando por primera vez vi Dragon Ball Z en TV, justo en la saga de los saiyajin, cuando Gokú y Piccoro enfrentaban a Raditz, y cuando todos teníamos la sensación de que nuestros héroes eran vulnerables ante la amenaza que enfrentaban.
Por ello es evidente lo mucho que la historia creada por Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley le debe a Dragon Ball Z pero con una diferencia importante: tanto en el comic como en la serie, Invincible se ha mostrado audaz al llevar aquella premisa creada por Akira Toriyama a un nivel más profundo, desarrollado y sobre todo, con una complejidad y un tratamiento más serio.
Invincible y el capítulo 4 de la temporada 2: Mayor seriedad a los dibujos animados
Para terminar con la comparación entre Invincible y Dragon Ball Z, podemos decir que las similitudes más importantes son el hecho de que Omniman e Invincible provienen de una raza de guerreros que conquistan planetas, como los saiyajin, y que hay un conflicto familiar entre padre e hijo, y el conflicto familiar entre hermanos entre Gokú y Raditz; y hasta ahí terminan las similitudes.
Y es que Kirkman, junto a Seth Rogen y Evan Goldberg no le tienen miedo a mostrar que la verdadera potencia de esta serie más allá de estar en sus combates, está en el manejo de las emociones: al inicio del capítulo 4, Mark sigue dolido con su padre por haberlos abandonado a él, a su madre, y por sus violentos actos contra las personas de la Tierra.
Pero Invincible es sorprendido ya que su padre, aunque demasiado tarde, ha desarrollado conciencia sobre sus actos y ahora, nos muestra un genuino arrepentimiento por sus acciones pasadas; Mark no le cree al inicio, pero Nolan le muestra un poderoso motivo por el que ha cambiado y así, su hijo acepta cuidar a los habitantes del planeta que acogió a Omniman.
Invincible y su poderoso manejo de las emociones… y de los golpes
Pero quizá, el mejor momento de la serie llega cuando Nolan una vez más, empieza a cuestionarse a sí mismo si vale la pena hacer el bien; por ello vemos un poderoso momento en el que este personaje en verdad tiene un cambio muy justificado que no es fácil, ya que debe confrontar su propio sentido de la existencia.
Además de este aspecto, la serie hace gala de su alto nivel de producción al mostrarnos el verdadero poder de los viltrumitas en unas secuencias de pelea evidentemente basadas en el anime, pero que se toman su tiempo para brindar aspectos muy detallados de la batalla: los rostros el recibir un golpe, la tensión de los músculos antes de un ataque y por supuesto, las huellas de la batalla en los protagonistas.
Y si bien pudimos ver en este episodio otras subtramas muy interesantes, como el desgaste emocional de Debbie, o el enorme conflicto de identidad de Donald, fue lo ocurrido en la pelea entre viltrumitas lo que nos mostró que esta serie, está a la altura de las mejores producciones dramáticas ya que nos ha demostrado plenamente, que la idea de que los dibujos animados son solo para niños, está anticuada.
Encuesta ¿Te gustó el episodio 4 de la temporada 2 de Invincible?
¿Te gustó el episodio 4 de la temporada 2 de Invincible?
YA VOTARON 19 PERSONAS