La quinta temporada de Élite ha dejado un gran final para darle paso a la sexta parte. Fue el pasado 8 de abril cuando la nueva tanda de episodios arribó a Netflix, pero dejó a los espectadores con ganas de más. Esto se debe a que los ocho capítulos estuvieron plagados de acción, intriga, dramatismo, el abuso de las drogas, el alcohol y las incontrolables fiestas de los alumnos del Instituto Las Encinas.
Es decir que, por más de que Élite haya optado por una fórmula repetida y con la misma intriga que sus ediciones anteriores, ha vuelto a funcionar. Pues, los fans quedaron fascinados con la continuación de esta historia, especialmente con el gran final. Según lo que muestra la serie original de Netflix en el último episodio se ve que Samuel, quien es interpretado por Itzan Escamilla, es asesinado por Benjamín, el personaje al que le da vida Diego Martín.
Tal es así que a partir de allí han surgido muchas teorías, pero la principal se centra en que Samuel no está muerto, sino escondido para poder destruir a Benjamín desde las sombras. Esta especulación surgió tras el gesto que Rebe (Claudia Salas) le hizo a Mencía (Martina Cariddi) quien estaba destrozada por ver cómo se llevaban a su padre a prisión. Sin embargo, ahora todo tipo de pensamientos de los fans han desaparecido gracias al reciente anuncio de Netflix.
La plataforma se encargó de derrumbar cualquier tipo de teoría debido a que confirmaron que Itzan Escamilla no volverá para la sexta temporada de Élite. “Así lo conocimos y así nos despedimos”, escribieron en su cuenta oficial de Instagram. Junto a dicha frase compartieron distintas fotografías del actor durante los rodajes y, en la última de ellas, se lo ve en su despedida del set de grabación.
Eso sí, aún se desconoce si, al menos en los primeros episodios de la sexta parte aparecerá o directamente ya será, oficialmente, declarado muerto. Pero, lo cierto es que para conocer cómo será el verdadero destino de Samuel hay que esperar al regreso de la tira al gigante de streaming. Aunque, lo más probable es que el intérprete ya esté ausente desde el principio para poder darle un hilo conductor correcto a la historia.