Si hay una serie que logró el éxito de manera inmediata, esa fue Bridgerton. Estrenada el pasado 25 de diciembre de 2020 alcanzó los 82 millones de visionados en apenas 28días superando de esta manera a grandes producciones como The Witcher convirtiéndose, al menos hasta hace pocos meses, en la tira más vista de Netflix.
Bridgerton, que fue basada en los libros de Julia Quinn, está ambientada en el mundo competitivo de la alta sociedad londinense del siglo XIX cuando las jóvenes eran presentadas a la corte y definían su situación matrimonial. Sin embargo, cabe destacar, que esto no es lo que sobresale de la trama.
Es que, muy diferente a lo que la escritora original cuenta en sus libros, la producción de Shonda Rhimes para Netflix incluye a personas de color en su elenco. Sin ir más lejos, el personaje principal, el intérprete de Simón Basset, Regé-Jean Page, tiene una posición de alto rango, algo totalmente inesperado, especialmente para la época en la que está ambientada la tira donde los negros eran considerados inferiores.
Pero, a pesar de que con este tipo de inclusiones Bridgerton rompió todo tipo de esquemas racistas, ya que no es solo Jean Page el único actor de color, la serie fue criticada justamente por esta razón. Según algunos fanáticos de esta historia Inglaterra no tenía, entre su pueblo, gente de color en la época que narra la serie.
Es por esta misma razón que la actriz Kathryn Drysdale, quien interpretó a Genevieve Delacroix, la encargada de realizar los vestidos para todas las mujeres de la serie, fue la primera en reaccionar a las palabras de los fans. “Se ha borrado su presencia, pero su existencia en estas historias ha sido muy muy real”, sentenció.
Aunque, además de esos dichos, la artista cuestionó el hecho de que siempre se usen negros para contar historias de sufrimientos y esclavos. Y, tras esto, afirmó que se siente contenta de que tiras como Bridgerton hayan incluido este tipo de diversidad en sus personajes.