Llega la segunda temporada de Cómo sobrevivir soltero a Prime Video MX. Uno de los personajes que ha dado mucho de qué hablar es Gonzalo, interpretado por Octavio Hinojosa. Más allá de ser un ligador, se trata de un hombre que motiva cuestionamientos en el espectador sobre su temor al compromiso.

Poner en la mesa una inquietud como el miedo al amor, o temas que guían a reflexionar sobre las circunstancias que pueden impedir relaciones estables o propician separaciones en la generación actual, es algo que también ha generado el personaje de Gonzo.

En conversación con Spoiler, Octavio Hinojosa ahonda en esos matices de Gonzalo y en cómo lo aborda desde su rol de actor. ¿Cambia mucho Gonzo de la primera a la segunda temporada? Hablamos de eso y más.

Gonzalo es un personaje con extremos muy marcados. Por un lado es un galán cínico expresivo y por el otro es un hombre sensible queriendo enamorarse pero se contiene. ¿Qué tan complicado es para ti como actor encontrar un punto medio?

Cuando leí el guion de la segunda temporada tuve un poco de pánico porque sentí que los escritores y el showrunner habían escrito a un Gonzo completamente distinto, es decir, un personaje que entra en el dilema por saber si está listo para cambiar su vida y si está dispuesto a estar en una relación estable, o si realmente prefiere continuar con la vida que llevaba antes. Para mí era una línea muy delicada porque sentía que al público precisamente le había gustado que Gonzalo no tuviera apego sentimental con las mujeres.

Creí que si le quitábamos eso a Gonzo, íbamos a quitarle su esencia. Entonces el showrunner me dijo que la esencia de Gonzo era la misma. Mi trabajo como actor era continuar con un Gonzalo divertido, alegre y con mucha energía sexual, pero al mismo tiempo hacerlo explorar la intención de una vida distinta. Eso fue precisamente mi reto, ubicar lo que es querer una relación seria.

¿Cómo trabajaste el personaje? ¿Gonzo tiene algo de Octavio o al revés?

Yo nunca fui Gonzo, pero siempre quise ser como los Gonzos que veía. Me tocó ver varias versiones de Gonzos. Estaba el que ligaba porque era guapo. Estaba el que ligaba porque era chistoso. Estaba el que ligaba porque tenía la palabra precisa para la mujer que tenía frente a él. Y este último es el Gonzo que muestro en pantalla porque es el que tiene la brújula de medir qué mujer está frente a él y cuál es la estrategia a seguir con ella. Es un estratega. Hay mujeres con las que funciona halagarlas, con otras funciona ignorarlas por completo. En ese sentido, Gonzo es un fuck boy auténtico.

Platicaba con un amigo sobre los cursos de ligar. Creo que esos cursos no sirven. Los ligadores o donjuanes que conozco son gente que tienen el don, no lo aprendieron. Me inspiré en esos Gonzos que conocí. Otro Gonzo que me fascina es Dickie Greenleaf, el personaje de la novela escrita por Patricia Highsmith, que es El talentoso Mr. Ripley. Y me refiero al que aparece en la película con Matt Damon y Jude Law.

Jude Law se me hace el ligador de ligadores, el más carismático. Es un Gonzo que combina todas las cualidades de un conquistador. Es el Gonzo estrella porque es guapo, chistoso y mide perfectamente a la mujer que tiene enfrente.

En esta transición de Gonzo desde lo exterior hacia el interior, desde el ligue al sentimiento, ¿qué tanto miedo le tenemos los hombres a la responsabilidad afectiva?

Creo que es algo generacional. Lo he estado pensando mucho. Nuestros papás a la edad de Gonzo ya estaban casados, tenían trabajo estable y habían comprado una casa. En cambio, muchos adultos de nuestra generación no tenemos casa propia, seguimos buscando el camino en nuestro trabajo, nos cuestan las relaciones estables.

Ese miedo que le tenemos a acercarnos a las personas es precisamente porque todo lo demás a nuestro alrededor está en caos. El mundo se ha vuelto cada vez más competitivo. Ahorita un recién graduado de la universidad batalla para conseguir un buen empleo y antes un graduado tenía asegurado trabajo, acceso a adquirir vivienda y formar una familia. Todo esto tiene implicaciones en lo romántico y en la vida de pareja.

¿Cómo voy a comprometerme a algo si ni siquiera sé dónde estoy ni para dónde voy? Se ha vuelto muy complejo para los hombres en ese sentido. Otro aspecto que influye es que las mujeres hoy día trabajan, estudian. Lo que quiero decir es que hay un cambio generacional muy drástico entre lo que vivieron nuestros papás y lo que vivimos nosotros ahora. Y una de las implicaciones es que cada vez hay más temor a tener una pareja estable.

¿Qué le diría Gonzo a esos varones que todavía le tienen miedo al amor?

Que somos nuestra máxima expresión cuando estamos enamorados. Algo lindo con Gonzo es que no sabemos en qué va a terminar con Fabiana (Tato Alexander). Mucha gente da por hecho que terminarán juntos, pero todo puede pasar. Se están dando una oportunidad estos dos personajes tan fuertes con sus visiones sobre la vida, la sexualidad y la libertad. Se están dando la oportunidad de tratar de vivir el amor. No hay que tenerle miedo a intentarlo.