La combinación de un Príncipe con el hijo de la presidenta de Estados Unidos es completamente impensada, en especial en una sociedad que, a pesar de que pasa el tiempo aún no acepta las preferencias sexuales de las personas. Sin embargo, Prime Video rompió con esa barrera imposible y estrenó hoy, en su catálogo Rojo, blanco y sangre azul.
Rojo, blanco y sangre azul es la adaptación del libro con el mismo nombre que llevó a Casey McQuiston a la fama mundial. Y, con esto, Prime Video volvió a demostrar que es una de las pocas casas productoras que sabe hacer una adaptación. Tan fiel a su historia verdadera ha sorprendido, en especial con las actuaciones de Nicholas Galitzine y Taylor Zakhar Perez.
Sin embargo, antes de adentrarme en el film en sí, lo haré en la historia. Rojo, blanco y sangre azul sigue al Príncipe Henry de Inglaterra (Galitzine) y a Álex, el histriónico hijo de la presidenta de Estados Unidos (Perez). En un principio, lo que plantea este drama romántico es que ellos se odian porque siempre han sido sometidos a una comparación mundial.
De todas maneras durante la boda del hermano de Henry, Phillip, él y Alex se sumergen en un escándalo, por lo que para no armar una crisis entre naciones deben hacer control de daños: mostrarse ante la prensa como grandes amigos. A partir de allí comienza una divertida, romántica y enternecedora historia sobre el amor queer. Y, si bien no le escapa a ese cliché del drama en una historia de parejas, lo cierto es que tiene ese punto de innovación que te mantiene atrapado.
Se trata de dos personas que, a pesar del amor y de buscar siempre los momentos ideales para estar juntos, deben mantener una imagen que la sociedad les impone. Ellos están, en todo momento, en búsqueda de una libertad que les permita ser quiénes son, mientras que imaginan que su gente espera todo lo contrario sobre ellos.
Y, por eso, con un humor ridículo, pero lleno de emociones verdaderas Rojo, blanco y sangre azul es una sublime creación llena de aprendizajes y empatía. Además, Nicholas Galitzine y Taylor Zakhar Perez encontraron la fórmula exacta para hacer de sus personajes una combinación perfecta.
Ellos eran un dúo que, en un principio, no me parecía posible para retratar a Henry y Alex de la forma correcta. Pero, a medida que fue avanzando la película me encontré con el retrato que mi cabeza imaginó a la hora de leer el libro. Y, a su vez, dejaron una imagen respetada y digna de la comunidad LGBTQ buscando representar, siempre, lo que ellos sufren y nadie los comprende.
Aunque, más allá de todo lo que corroe a Rojo, blanco y sangre azul por detrás, hay algo que para mi fue fundamental. Además de verla como una comedia romántica distinta y divertida, que escapa del cliché con un guión muy atractivo y original que busca todo el tiempo escapar de la tradicionalidad, el elenco lo es todo.
No solo los protagonistas, sino que la incorporación de actores de la talla de Uma Thurman ha sido excepcional para retratar la calidad de este film. Esto, claro, al igual que su fotografía, la cual es un retrato exacto de la Casa Blanca y de los palacios más conocidos de Inglaterra como Buckingham y Kensington.
Por lo que, sin dudas, Rojo, blanco y sangre azul es la película perfecta para cada amante de las comedias románticas y que buscan una historia original. Y, además, se trata de una nueva demostración de Prime Video de ser la mejor plataforma a la hora de adaptar un libro.