Este 25 de abril se estrena en las salas de cine de México la película Correr para vivir, por lo que tuvimos la oportunidad de entrevistar al director de esta cinta, Gerardo Dorantes, para que nos platique más de este atrapante thriller.
Y es que en esta cinta conocemos a 2 hermanos tarahumaras que viven en eterna competencia, pero se distancian cuando Homero quiere convertirse en el mejor corredor, mientras que su hermano Capó, cae en las manos de la delincuencia buscando un futuro mejor.
Lee nuestra entrevista a Gerardo Dorantes, director de Correr para Vivir
¿Cómo entras en contacto con esta historia y cuál fue el aspecto que más te llamó la atención de ella?
Entré en contacto con ella de una manera bastante fortuita, estaba en un consultorio médico esperando a que me atendieran y tomé una revista, creo que era de sociales, pero ahí salía un reportaje de estos 2 personajes, Arnulfo Químare y Silvino Cubesare, que en ese momento eran los máximos representantes de la comunidad rarámuri en las carreras internacionales. Y ganaron esta carrera que era de 250 kilómetros, que significa correr 30 horas sin parar; ahí ya tienes unos personajes maravillosos: quiénes son, por qué lo hacen, cómo logran desarrollar estas proezas, estas carreras. Y ya que empiezas a investigar un poquito te das cuenta que el crimen organizado como en todo el país, está metido ahí en la sierra, y que al estar con estas personas de esta comunidad, pues se dan cuenta de esta maravillosa habilidad que tienen, así como lo hacen los entrenadores norteamericanos, y deciden aprovechar su talento. Nada más que ellos (el crimen organizado) decidieron aprovecharlo para su beneficio, y entonces resulta que los cargan con maletas de droga, se echan a andar por la sierra tarahumara, para evitar contacto con otros cárteles, para esquivar a los militares, etc. Y entonces ya cuando empiezas a juntar todas estas aristas que tienen estas historias, pues es justamente de donde sale esta película, y pues cuando me la encontré así le fui buscando, y fueron apareciendo capas y capas, y me pareció muy importante contarla desde un punto de vista muy realista.
La música, la edición y la fotografía meten de lleno al espectador en esta historia, ¿cómo combinaste estos elementos para lograr la inmersión del espectador?
Pues es que cuando se habla de una película de grupos indígenas, uno se imagina normalmente una película de corte más autoral, más lenta, contemplativa, mucho más abstracta, inclusive hablada en rarámuri, y pues no por que nuestra idea era hacer un thriller hecho y derecho, por que las circunstancias que llevan a estos individuos a correr y a enfrentarse con los malos de un lado, y los malos del otro, y con los militares ya es un thriller en sí mismo. Entonces para mí sí era importante hacer una ficción pensada narrativamente como un thriller en la que cada 10 minutos algo sucede, entonces narrativamente nace concebida como una pieza de género. Y entonces yo con mi background que me dediqué varios años a la publicidad pues me enfocaba mucho en la estética de las cosas, entonces para mí es muy importante que todos los elementos de la cinta sean de un altísimo nivel para que la calidad de la película sea muy alta. Y como la historia se desarrolla en la sierra tarahumara, pues la fotografía se vuelve un personaje más, y la sierra te obliga a retratarla de una manera, pues para hacerle justicia a esa majestuosidad. Y la foto corrió a cargo de Emiliano Villanueva, un viejo lobo de mar que es un gran maestro, y bueno creo que logramos hacerle justicia a la sierra. Por otro lado los editores que son Daniel Castro Zimbrón, y luego también llegó al final el maestro Hervé Schneid quien es un colaborador regular de Jean-Pierre Jeunet, entonces fue la oportunidad de trabajar con uno de los más grandes en la historia de la edición, y quien sí sabe qué le sobra, qué le falta a una película. Y el rollo musical también te lo podría platicar con más calma en otra ocasión, por que así de sui generis como es la película, así de sui generis es el soundtrack, el score trae música orquestal, en las partes deportivas tenía un rock natural, y luego como hay muchas corridas en la película, pues la música electrónica era también una opción natural. Y sobre la música, cuando me junté con el compositor que es Emiliano Motta, decidimos que le venía muy bien a la película este tipo de música (organic house), pero como estábamos en la sierra pensamos que también debíamos integrar elementos más folclóricos propios de la cultura tarahumara.
En la cinta es muy evidente que todo mundo quiere tomar algo de los tarahumaras: el crimen organizado, los entrenadores norteamericanos, el ejército, ¿cómo es que este aspecto está tan presente en la película?
(Suspira) Como que siempre he estado peleado con que el cine tiene que ser o artístico o comercial y que no hay nada en medio, entonces nuestra apuesta siempre fue que se puede hacer cine comercial, narrativo, bien estructurado, de género, con unos valores de producción remarcables, pero que también sea una historia interesante, como con esas historias sociales que representan a México como nación, que se me hace más importante que solo ir a ver una propuesta de alguien que solo quiere mostrar su visión artística y egoísta. Entonces por eso es un poco el tono que le damos, por eso tienes una película de thriller comercial, pero que también trae un trasfondo muy profundo; nuestro objetivo era mostrar a la comunidad tarahumara. Y es que nos asesoramos mucho, sí hubo un trabajo de investigación profundo para contar esta historia de la forma más sensible e informada posible, porque tampoco quieres cometer errores antropológicos. Entonces una de las problemáticas que busca presentar la película, es que los chavos alrededor de México de las comunidades originarias, pues no tienen oportunidades de trabajo, y pues caen en el narco, es un problema muy complejo, por ello la idea era mostrar a estos rarámuris sí dentro de su cultura maravillosa, pero también presentar este sentido de realidad.
¿Cuáles fueron los desafíos físicos en la filmación para los intérpretes de Homero y Capó? Porque en pantalla se ve claramente que con ellos y no dobles de acción
Mira, tanto Vladi (Vladimir Rivera) como Manolo (Manuel Cruz) tienen diferentes técnicas pero sí son muy de método, y a mí no me gusta mucho trabajar así, sobre todo cuando te vas a enfrentar a una cultura tan desconocida para muchos. Y si no entiendes su cosmovisión ni su ideología entonces, pues lo que tienes que hacer es tratar de ponerte en su papel, en sus zapatos y tratar de encontrar cosas de ellos en ti, para que te puedas relacionar y la puedas expresar. Y pues se hizo un coaching y un entrenamiento con los tarahumaras y tuvimos la oportunidad de entrenar con ellos 2 meses antes, y el entrenamiento se basaba en saber lo que significa el desgaste físico, y tratar de meterlos a ellos (los actores) en la mente de estos personajes para que pudieran identificar lo que significa correr esas distancias, para que se acostumbren ellos al cansancio y al esfuerzo, por que la manera en que ellos compiten es muy diferente. Entonces hubo un entrenamiento muy pesado en lo físico así como en lo actoral, para que fueran lo más preparados posible. Y les queríamos dar como protectores para los pies y ellos así de, no, con nuestros huaraches.
De esta forma termina nuestra entrevista con Gerardo Dorantes, pero de ninguna manera será la última vez que hablemos de Correr para Vivir, película que tienes que ver en una sala de cine para que puedas apreciar la abrumadora belleza de la Sierra Tarahumara, que es testigo y escenario de un thriller imperdible.
Encuesta ¿Irás al cine a ver Correr para Vivir?
¿Irás al cine a ver Correr para Vivir?
YA VOTARON 2 PERSONAS