Netflix acaba de estrenar uno de sus títulos más esperados y con solo unas horas en el catálogo, ya es toda una tendencia. Gran medida del éxito de El Negocio del Dolor se debe a su elenco repleto de estrellas de primer nivel, como Emily Blunt (El Diablo Viste a la Moda) y Chris Evans (Capitán América).

La producción se sumó a la lista de dramas, como Painkiller, que plantean los peligros de las grandes farmacéuticas en Estados Unidos. La trama sigue a una madre soltera que, en la lucha por criar a su hija, acepta un trabajo que la coloca en un camino de ascenso económico pero de dudosa moral.

David Yates (Harry Potter y la Orden del Fénix) es quien se encarga de dirigir el proyecto, a partir de un guion escrito por Wells Tower. La historia está basada un artículo de Evan Hughes, publicado en la revista The New York Times, el cual salió durante el 2018, y en la novela del 2022, The Hard Sell.

¿El Negocio del Dolor está basada en hechos reales?

Si! Evan Hughes hizo un gran trabajo escribiendo la historia de la compañía farmacéutica Insys Therapeutics, en la cual se basa la película El Negocio del Dolor. La empresa fue fundada en los 90 y su producto número 1 solía ser Subsys, una versión recetada del fentanilo.

A pesar de que tenía como objetivo ayudar a pacientes con cáncer terminal, la sede se encargó de hacer que los profesionales médicos pudieran recetarla a cualquier paciente, con cualquier tipo de dolor, utilizando múltiples tácticas de extorsión. John Kapoor, fundador de la empresa, fue uno de los principales culpables.

Chris Evans, Andy Garcia y Emily Blunt en El Negocio del Placer.

El reconocido medio británico The Guardian aseguró que el CEO “supervisó una estrategia de marketing en la que los pagos a los médicos, aparentemente por discursos en seminarios educativos, eran en realidad sobornos para recetar el medicamento. Los fiscales dijeron que los seminarios no eran más que reuniones sociales en restaurantes, bares y clubes de striptease“.

La película sirve como un recordatorio de los peligros asociados con la prescripción irresponsable de opiáceos y la importancia de mantener prácticas comerciales éticas en la industria farmacéutica.

¿Qué sucedió con Insys Therapeutics?

La compañía estadounidense se convirtió en el centro de un escándalo relacionado con la comercialización y la prescripción del potente opioide. Varios ex empleados de Insys Therapeutics presentaron denuncias que alegaban prácticas comerciales ilegales y poco éticas en 2012.

Sin embargo, dado que el gobierno no quiso intervenir, continuaron como si nada hubiera ocurrido. No obstante, algunos años más tarde, John Kapoor y varios otros ejecutivos fueron detenidos. Según el medio El Comercio, se les acusó de “conspiración para sobornar al personal médico en varios estados para que recetaran un analgésico específico a sus pacientes”.

En 2019, el CEO recibió una condena de cinco años y medio de prisión, mientras que la compañía pagó 225 millones de dólares para poner fin a las investigaciones del gobierno federal. La presión legal y financiera derivada del escándalo llevó a Insys a declararse en bancarrota ese mismo año y finalmente vendió sus activos.