Hay comedias románticas que, a pesar de que rozan lo cliché, logran traspasar fronteras gracias a la vuelta de tuerca que le dan a su historia. Entre ellas se encuentra Emily in Paris, la serie que protagoniza Lily Collins en Netflix y ya cuenta con dos temporadas disponibles en la plataforma. Esto se debe a que esta ficción no sólo relata una típica historia de amor, sino que también muestra la superación personal de cada personaje.
Aunque, Emily in Paris también tiene otro punto a favor y es que ha optado por caras completamente nuevas tanto en la primera como en la segunda temporada. Es que, más allá de que Lily Collins sea la protagonista, con esta serie también hubo actores franceses que deslumbraron por completo a todos los fans. Aunque, uno de los que más miradas se llevó es, ni más ni menos que Lucas Bravo.
El actor interpretó, en las dos edicionesde Emily in Paris, a Gabriel, el interés amoroso de Emily Cooper y quien en la segunda parte se encuentra en un triángulo amoroso entre la protagonista y su ex, Camille. Su personaje fue uno de los más queridos de toda la serie ya que los fans quedaron alucinados con su actuación. Tal es así que él mismo vio no sólo cómo su carrera creció a pasos agigantados, sino también su fama.
Sin embargo, por lo visto, Bravo no está del todo conforme con la postura que ganó luego de la tira. En diálogo con The Times, el francés reflexionó sobre la recepción que tuvo su personaje y cómo esto lo afectó como artista al punto de tener que asegurar que es más que “una cara bonita”. “No se puede ser estéticamente bello y ser inteligente o tener profundidad. Seguís obteniendo papeles como el del profesor de gimnasia tonto, y es difícil romper esa imagen. No me quejo, por supuesto, pero es una realidad”, señaló.
Estas palabras hacen alusión al miedo que Lucas Bravo confesó tener: quedar encasillado, de ahora en más, como galán. “Soy como esta cosa cosificada de la noche a la mañana”, añadió el artistaen sus declaraciones. Aunque, por si esto fuera poco, también se refirió a la fama que le impulsó la ficción original de Netflix: “Hay mucha atención a la calidad de mi trabajo. Pienso que ser famoso es lo peor que puede pasarte. Es solo humo. No significa nada”, cerró el actor de manera rotunda.