Un día como hoy hace 24 años, nacía en Berlín Arón Julio Manuel Piper Barbero. Para ese entonces, su padre alemán y su madre española, desconocían que su hijo se convertiría en una de las caras de Netflix gracias a la popular serie Élite, además de que sería un ícono en redes sociales, acumulando millones de seguidores. Y aunque hoy todo aquello suene como un mundo ideal, lo cierto es que su camino a la fama no ha sido nada fácil.
Con solo cinco años, desembarcó a Barcelona, para luego trasladarse hasta Asturias con su familia. Su padre, montador de cine y televisión, siempre apoyó su sueño de ser actor y desde muy pequeño lo acompañó en su camino. Así, con solo 14 años consiguió su primer trabajo profesional: fue en la película Maktub, dirigida por Paco Arango. Pero lamentablemente, la depresión apareció en su adolescencia para nublarle el camino.
En diálogo con GQ, él mismo explicó: “A los 15 años decidí que no iba a ser más actor. Justo estaba en mi etapa de fumar mucho e ir con mala actitud y con malas compañías”. Pero sus padres, nuevamente, aparecieron para impulsarlo como el primer día: “Estuve a punto de abandonarlo y me dijeron: ‘Te vas a Madrid, luchas por lo tuyo y, si no, te quedas fuera’. Mis primeros años en Madrid fueron horribles, venía de una depresión y de una crisis de identidad. Venía de ser un chico duro, un malote… Creía que yo era así. Luego vine a Madrid y, con esa crisis personal, me invadió la ansiedad por todos lados”.
De esta manera, siguió trabajando duro en la actuación, su gran cable a tierra. Pero al igual que lo sostiene al día de hoy, también se involucró en la música con mucha pasión. Tal es así que en 2013 encabezó el reparto de 15 años y un día, film dirigido por Gracia Querejeta. Y no solo fue un éxito, sino que además, tuvo la oportunidad de encargarse de la canción original de la película, que le valió una nominación al Goya. Así, se perfiló como la gran promesa en España.
¡Y cumplió! En 2018, obtuvo popularidad a nivel global cuando protagonizó la serie Élite, donde le dio vida a Ander, uno de los favoritos de la ficción. “Sobre la pérdida absoluta de la privacidad, es algo que sigo aprendiendo y a lo que me voy acostumbrando. No soy una persona a la que le guste destacar ni ser el centro de atención. Soy discreto”, sostuvo el actor que hoy celebra sus 24 años con un enorme presente laboral e importantes proyectos profesionales por delante.