Tiene tan solo 25 años, lleva acumuladas varias series y películas taquilleras a lo largo de su carrera y se estableció como una de las actrices más queridas de Hollywood. Asi es Anya Tayor-Joy, la protagonista de Last Night in Soho que llegó este año dirigida por Edgar Wright. Es que además de sus grandes papeles, la artista logró empatizar, sobre todo, con el público argentino: hasta sus seis años vivió en Buenos Aires y se siente ciudadana de este país.

En realidad nació en Miami, pero luego se trasladó hasta Argentina junto a su madre española-inglesa y su padre escocés-argentino. Justo cuando comenzaba su educación primaria, ellos decidieron partir hacia Londres. Recientemente, en conversación con el medio InStyle reveló: “En ese momento estaba muy enojada con mis padres por alejarme de los caballos, por eso me negué a aprender inglés”.

Y aunque se vio obligada a adaptarse a su nueva vida, la actriz nominada al Emmy y ganadora del Globo de Oro, debió atravesar un proceso muy complicado. “Solía estresarme por el hecho de que no tenía una casa, no tenía base. No tenía un lugar donde aterrizar”, explicó y dejo en claro que más allá de que a veces su vida se ve muy interesante, puede no serlo siempre.

Protagonista de éxitos como Gambito de Dama (Netflix) o Emma, ahora se prepara para comenzar a filmar escenas adicionales en Islandia para The Northman, la próxima película de Robert Eggers. Y aunque ya está consolidada como una de las actrices tendencia de Hollywood, recuerda los tiempos en los que no era así: “Crecí sintiendo que a la gente no le gustaba o no confiaba en mí porque no podían encasillarme. Siempre fui la chica argentina en Inglaterra y en Estados Unidos era la chica inglesa”.

Taylor-Joy admitió: “En Argentina, era la extraña mezcla de ambos países. Así que nunca pertenecí del todo”. Sin embargo, sus recuerdos sobre el país latinoamericano en el que aún viven sus familiares, son muy buenos. “Tengo un pasaporte estadounidense y otro británico. Además, tengo la residencia argentina, lo cual me hace muy feliz porque me gustaría volver a vivir allí”, concluyó.