A la vida le gusta la ironía. En ocasiones encuentra en el futbol un escenario para manifestarlo. Y lo hace mediante entramados inverosímiles, dignos de no creerse. No obstante, ad hoc para quienes se dedican a crear y contar historias en el cine. Las ficciones que surgen de esas mentes pueden ser superadas por la realidad en el momento y lugar menos pensados. Para muestra, Jorge González.

Este joven cineasta es también un apasionado futbolero, devoto del equipo de sus amores, Toluca. Leal al ritual de acudir a La Bombonera para alentar a los suyos, Jorge acudió al templo de sus pasiones en el juego de ida de los Cuartos de final contra Santos. Por nada del mundo iba a perderse un partido que entusiasma con la idea de un título. Pero nunca imaginó lo que iba a suceder.

¿Qué pasó? Le salvó la vida a un hombre sin querer. Sí, de manera fortuita. Sin embargo, no de consecuencias agradables para su persona. Resultó con fracturas de esternón, rodilla, costilla y vértebras luego de que el sujeto le cayera encima tras resbalarse de la reja colocada en la grada alta del estadio. Por tal motivo fue hospitalizado.

Afortunadamente su vida no corre peligro. Se recupera poco a poco de las heridas, pero le duele no estar cerca de su equipo en las semifinales contra América y no poder estar activo para disfrutar su faceta de realizador. Su cortometraje documental Desde la cuna compite en DocsMX, el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México.

“Es irónico lo que me está pasando. Definitivamente la realidad supera la ficción. Si me hubiera propuesto escribir esta situación para una historia ficticia, no sale. De un sinfín de situaciones que puedes vivir en un estadio, nunca piensas en que te caiga una persona del cielo. Además, me ocurre esto justo cuando Toluca aspira al campeonato y tengo mi cortometraje en competencia”, comenta desde la cama del hospital donde todavía se recupera de las lesiones sufridas.

Mientras convalece por los daños en su cuerpo, Jorge halla en la conversación cinéfila un estímulo para sentirse mejor. Por eso en Spoiler quisimos charlar con él acerca de su cortometraje documental. Se trata de un trabajo que retrata la identidad que caracteriza al aficionado del Toluca y el equipo. ¡Otra ironía! Dicha identidad, por cierto, empañada por el hincha que cayó de la grada debido a que ese incidente pudo haberlo evitado.

Para Jorge, un reflejo de esa identificación y permanencia es la cultura solidaria, artística e incluyente que tienen los aficionados a los Diablos Rojos. Líderes de barras han estado al pendiente de su salud, preocupados por verlo bien. Mientras tanto, en las calles mexiquenses, hay paredes que recuerdan el simbolismo de la camiseta a través de graffitis: el respeto al otro. Ese mensaje trasciende a visibilizar a mujeres, jóvenes con síndrome de Down y adultos mayores que también sienten su escudo con la misma intensidad que un hombre o un joven. El único distingo entre ellos es el oficio o profesión que practican. Porque en materia de religión practican la misma, el futbol. Bueno, cada uno tiene su propio credo de puertas hacia adentro.

“Al final el tema es comprender qué es lo que nos hace historias a los aficionados, qué nos une, y qué nos une como sociedad. Con Desde la cuna no intentamos retratar a un equipo, sino a una comunidad, incluso a una población. Toluca también engloba a un territorio, a una ciudad. El futbol forma parte de nuestra cotidianidad. En este caso, nuestro equipo es una extensión de lo que somos los habitantes de esta entidad”, detalla Jorge.

Con el reto de hacerlo en 100 horas, tal como lo especificaron los requisitos de competencia, Jorge y su equipo elaboraron el cortometraje con plena precisión en el número de tomas a capturar, tiempo de edición y labor de postproducción. No sufrieron el proceso. La clave está en que todos los integrantes del crew son fieles asistentes al estadio Nemesio Diez y conocen a la perfección sus instalaciones, así como los entornos mostrados en el audiovisual.

“Cuando te gusta tanto el futbol, amas a tu equipo, conoces bien tu estadio y ubicas cada rincón de la ciudad, todo es cuestión de que te den el banderazo de salida para poner en marcha las ideas previamente concebidas. Ayudó bastante que la gente que se ve en la cancha y en la ciudad cooperaron. Sintieron este cortometraje como suyo también. ¡Eso es la identidad!”, explica emocionado por revalorar lo que para él es uno de los grandes aportes de la pelota a una sociedad, es decir, la unidad y la sana convivencia.

Es el documental un género que le interesa desarrollar, por lo que espera recuperarse al cien por ciento para iniciar la confección de su siguiente proyecto. Tiene claro que no será de futbol. Por ahora, sonriente ante su infortunio, se observa a sí mismo como el protagonista de una ficción escrita por el destino.