Después de una larga espera, los fanáticos que disfrutaron de One Piece en su versión animé ahora tienen disponible el live-action en el servicio de streaming Netflix. Esta adaptación del manga de Eiichiro Oda está protagonizada por Iñaki Godoy, Emily Rudd, Mackenyu, Jacob Gibson y Taz Skylar, entre otros.

Esta historia sigue a Monkey D. Luffy, un joven aventurero que siempre ha ansiado la libertad, por lo que amprende un peligroso viaje en busca del mítico tesoro del que hablan las leyendas: el One Piece, y convertirse en Rey de los Piratas. “Si desea conseguirlo, tendrá que reunir a la mejor tripulación y hacerse con un barco para escudriñar cada rincón de los vastos océanos, ser más veloz que los Marines y burlar a peligrosísimos rivales sin parar”, completa su sinopsis.

+Reseña de One Piece en Netflix

La industria del manga y el animé cuenta con múltiples relatos amados por el público, pero uno de los más legendarios de las últimas décadas es One Piece. Ante esto, existía un gran desafío de la plataforma por diferentes razones: no decepcionar a los fanáticos, lo que estaba lejos al tener la aprobación del autor, y tener éxito en una adaptación teniendo en cuenta que Hollywood ha fallado constantemente y no hay buenos ejemplos. Teniendo esto en cuenta, podemos confirmar que el resultado es más que positivo.

One Piece se estrenó en Netflix este jueves 31 de agosto. (Netflix)

Desde el primer momento hay un aspecto notable y es que Matt Owens y Steven Maeda, los showrunners, son personas que disfrutan y son realmente fans del manga original, por lo que todo es llevado con tanta delicadeza y cuidado, con el mayor respeto posible, pero también con el disfrute de lo hecho. Ante esto, el desarrollo es completamente divertido y entretenido, ofreciendo lo mejor para el espectador.

En esta oportunidad, el show contó con cinco directores para sus episodios, los cuales lograron representar a los personajes mediante grandes secuencias de acción, un vestuario clásico y los diseños de los escenarios. Si bien es cierto que hay algunos momentos en los que los efectos visuales pueden generar un poco de disconformidad, en general no hay demasiado para discutir acerca de este aspecto.

Si hablamos del punto más alto, claramente es su reparto, el cual es encabezado por Iñaki Godoy. El joven actor parece haber nacido para interpretar a Luffy, ya que encaja a la medida de lo que pide el personaje. En síntesis, el live-action de One Piece es un ejemplo del buen trabajo de adaptación de un manga con el humor necesario y el corazón del material original de Eiichiro Oda.