Los Irregulares continúan al día de hoy en el Top 3 de las series del servicio de streaming Netflix más vistas en todo el mundo, según FlixPatrol. Se trata de una de las tantas exitosas adaptaciones de Sherlock Holmes, aunque aquí no es la cara principal, si no que es secundario acompañando a un grupo de jovenes que se encargan de resolver crímenes reales. Uno de sus protagonistas está basado en una figura que existió: el Príncipe Leopold.

El programa nos presenta a cinco adolescentes que forman parte del equipo: Bea (Thaddea Graham) es la líder, Billy (Jojo Macari) es el músculo, Spike (McKell David) es el hablador suave, Jessie (Darcy Shaw) es el extrañamente dotado y Leo (Harrison Osterfield), que está encerrado en el palacio y se les une como un nuevo integrante, pero sin revelar su verdadera identidad.

Leopold, interpretado porHarrison Osterfield, está basado en una persona de la vida real con el mismo nombre,fue el octavo y último hijo de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, nacido en 1853 y fallecido en 1884, con tan solo 30 años. Hay muchos detalles acerca de su vida que coinciden y son llevados a la pantalla de gran manera.

+La verdadera historia de Leopold:

Leopold era el hijo menor de la Reina Victoria y heredó la hemofilia de su madre, una afección genética que impide la formación de coágulos de sangre para detener el sangrado, lo que hace que cualquier lesión sea peligrosa. Era una condición común entre la realeza y a causa de esto permanecía en su casa, pero luego asistió a Oxford y se unió a los masones.

El joven reconocía que la única manera de lograr su independencia era casándose, pero tuvo problemas para encontrar una esposa. Victoria sugirió a la princesa Helena de Waldeck y Prymont, que también aparece en Los Irregulares. Se casó con Helena en 1882 y tuvo dos hijos, pero no llegó a ver el nacimiento del segundo. En 1884 estaba en su casa, se resbaló y cayó, golpeándose la cabeza y provocándole una hemorragia cerebral, muriendo a la mañana siguiente.

Al estar basadas en personajes históricos de la cultura popular, en este caso Sherlock Holmes, es común que también adapten personas de la vida real de la época, y fue lo que sucedió con Leopold en Los Irregulares, ofreciendo muchos detalles de su vida dentro del palacio y su enfermedad, aunque en la ficción tiene una edad diferente, ya que tendría un año más que el famoso detective, el cual nació en las novelas en 1854.