Jennifer Lawrence es, de manera indiscutida, una de las actrices más versátiles de Hollywood. No tiene, nunca, un problema a la hora de interpretar un nuevo personaje y de cualquier índole. Por eso no fue sorpresivo verla brillar en Hazme el favor, la nueva comedia que acaba de estrenar en cines y es una agradable combinación entre risas y romance.
En esta ocasión Jennifer Lawrence interpreta a Maddie, una joven que vive sola y siempre se está al borde la crisis porque tiene sus servicios por vencer. Sin embargo un día se encuentra con una propuesta laboral que le genera curiosidad: unos adinerados padres controladores están buscando a alguien que salga en una cita con su hijo de 19 años. Percy es un gran chico, pero es muy introvertido y sus progenitores desean ayudarlo a socializar antes de que vaya a la Universidad.
Y, si bien Maddie no está del todo convencida de tomar este trabajo, termina haciéndolo cuando descubre que su única salida del quiebre económico es aceptando este desafío. Así es cómo empieza una película que a uno, como espectador, lo consigue introducir en un clima interesante, atrapante, cómico, pero por sobre todo enternecedor.
A medida que avanza la película, Maddie se presenta como una mujer fuerte, empoderada y libre, pero que de igual forma necesita que la quieran. Es por eso que, a pesar de su corta edad, encuentra en Percy un sostén tan maduro que es amigable. La torpeza de este joven es mucho más que eso: es una herida profunda en el corazón y en la poca libertad que él puede llegar a sentir.
Por eso, justamente, es que Maddie logra empatizar con él llevando a la película a tener dos puntos de quiebre: el amor y el desamor, pero también el descubrimiento de una amistad. Por eso, verdaderamente, Hazme el favor es una estupenda y cómica mirada a la efervesencia de la adolescencia actual.
Pero hay que destacar que lo que fue fundamental en esta historia por momentos bizarra y cliché son Jennifer Lawrence en su papel de Maddie y Andrew Barth Feldman en la piel de Percy. Si bien no es sorpresa decir que ella se mostró como una experta en este género porque, de hecho, lo es, él si ha encantado con su trabajo y ha sido completamente sorprendente.
A pesar de haber trabajado con un icono de Hollywood como Jennifer Lawrence, supo estar a la altura brillando en cada momento. La sensibilidad, la emoción, la comedia y la ternura formaron parte del carácter de su personaje haciendo de la trama algo mucho más fluido. Y, por supuesto, la exquisitez del guion hizo brillar cada momento de ellos dos juntos.
Hazme el favor es, sin dudas, la comedia definitiva en la que Jennifer Lawrence peca de perfecta, indecorosa, picante, pero también tierna. Una gran combinación de buena producción, entusiasmo, aprendizaje y madurez a nivel emocional. Efectivamente, una cinta para pasar un buen rato de la mano de Lawrence, un gran elenco y una predilecta mirada al crecimiento sin presiones.