Que Gal Gadot es brillante a la hora de embarcarse en un nuevo personaje, eso ya no es noticia. Sin embargo, en Agente Stone, el nuevo estreno de Netflix, la actriz ha vuelto a superar mis expectativas. Con una audacia y de una manera intrigante, en esta ocasión se pone en la piel de Rachel Stone.
Ahora, lejos de ser una superheroína, Gal Gadot interpreta a esta espía conocida, tal como el nombre de la película lo dice, como la Agente Stone. En primera instancia la historia nos la presenta como un miembro del MI6, la agencia de inteligencia de Inglaterra. Allí sus tareas no son de campo, sino de retaguardia: hackea los sistemas para que sus compañeros puedan acceder a sus objetivos.
Sin embargo, por fuera de este trabajo, hay una realidad: Rachel Stone es una espía experimentada ya que forma parte de El Cártel, una agencia de inteligencia sin intereses políticos. La misma funciona cuando todas las además agencias oficiales fallan y son las encargadas de, verdaderamente, evitar desastres mundiales.
En el proceso de esta historia, Stone debe evitar que la descubran. No obstante, a medida que avanza la película se encuentra con distintas misiones donde su identidad siempre está a punto de ser revelada. Es por eso que Gal Gadot siempre brilla al ritmo de la película en sí. ¿Por qué? Justamente porque cuando el ritmo del film se hace mucho más atrapante y fluido, es cuando ella comienza a demostrar todas sus habilidades.
Tal es así que, definitivamente, Agente Stone es una creación brillante y tan contemporánea a la época actual que parece real. Esto es porque, a medida que avanzan las misiones, Rachel debe evitar a toda costa que El Cártel sea descubierto, al igual que sus métodos que son mucho más avanzados que los de cualquier agencia gracias a la inteligencia artificial y, en las manos equivocadas, pueden generar un desastre mundial.
Con fuerza, una identidad propia y una espontaneidad bien al estilo de las películas de espías, Gal Gadot es quien lleva adelante la cinta y hasta la levanta en los momentos en los que se convierte sosa. Porque, si bien goza de una trama que cumple la función de entretenimiento, audacia, innovación y momentos únicos de suspenso, también llega a caer en lo predicibile en algunas ocasiones.
De todas formas, de la mano de Gal Gadot, lo aburrido queda de lado. A su vez, el hecho de que Agente Stone cuente con actores de la talla de Jamie Dornan y Alia Bhatt le da un costado diferente. La combinación de ellos tres en un principio no me convencía porque siempre los vi muy diferentes, pero al conocer sus personajes y las características de cada uno, me parece brillante. En sus distintos roles congenian entre sí, a pesar de la maldad o la bondad de cada uno y eso es algo que no muchas veces se puede disfrutar.
Y, además de esto, hay que destacar que la excelencia de Agente Stone la termina de completar su fotografía. Con un recorrido inmenso de distintos lugares y grandes tomas en las que se pueden lucir todos los actores, sin dudas el nivel de producción de esta película es lo que la convierte en una de las mejores de Netflix de este año.
Atrapante, conmovedora y, a pesar de que es sosa por momentos, lo que hace Gal Gadot siempre es digno de ver y disfrutar. Y ella combinada con Jamie Dornan en una historia de espías, es aún mejor. Definitivamente, una película de acción que es digna para entretenerse.