Un Día y Medio es la película que está causando furor dentro del catálogo de Netflix. Dirigida por Fares Fares, que se basó en un artículo de la vida real para darle forma a este relato, la cinta tiene un magro 46% de aceptación de parte de las audiencias en Rotten Tomatoes mientras que en IMDb su puntuación llega a 5,9 sobre 10.
La sinopsis de Un Día y Medio dice: “El oficial de policía Lukas lleva a Artan y Louise, una pareja divorciada, a un viaje por la carretera cargado de emociones cuando Artan toma a Louise como rehén para reunirse con su hija. El camino los lleva a través de la Suecia rural durante un verano caluroso, mientras la policía les pisa los talones”. Drama y emotividad dentro una trama con una resolución que te contaremos a continuación.
Artan secuestra a su ex esposa Louise para preguntarle por el paradero de su hija Sandro. Entonces lleva a la mujer a un viaje a través de la ruta junto a un oficial de policía que también tiene una historia familiar con algo de tristeza. En ese contexto, Lukas quiere ser un ejemplo para Artan en el final de Un Día y Medio cuando entabla una conversación telefónica con su propio hijo del que estaba distanciado. ¡No es tarde para remediar los problemas del pasado!
Entonces Artan lleva a los rehenes a la casa de Louise para encontrarse con su hija. El secuestrador logra ver a Sandro, sin embargo, y luego de una confrontación violenta con su suegro, decidió liberar a su ex esposa y su hija porque llegó a la conclusión de que no podía escapar a Albania con su familia. No tenía nada para ofrecerles entonces soltó el arma para ser arrestado por la policía.
Conclusiones sobre el film
Lukas fue clave para la resolución de este conflicto de la misma manera en que Artan comprendió que no podía darle a su familia lo que necesitaba entonces llegó la hora de tomar la determinación de hacerse cargo de su error, el secuestro de su ex mujer y un policía, aunque fue esta misma experiencia la que llevó a este hombre a entender lo que necesitaba para seguir adelante y, en un futuro, ser un buen padre.