Netflix ha lanzado una película que, a pesar de que pasan los días, continúa siendo un furor imparable. Se trata de Perro Perdido, una historia emocionante sobre una familia en búsqueda de su mascota perdida. Esta cinta, que llegó a la plataforma el pasado 13 de enero ha cautivado a miles de personas alrededor del mundo debido a su hermosa trama la cual es más verdadera de lo que parece.

Perro Perdido es una historia de heroísmo y verdadera humanidad para quienes aman a los animales. Este drama emocionante sigue a un joven quien, cuando pierde a su perro en el sendero de los Apalaches comienza junto a su padre una búsqueda desesperada. Esto es porque, si no lo encuentran rápido y le dan su medicación puede ser demasiado tarde.

La película de Netflix está basada en el libro Dog Gone: a lost Pet´s extraordinary journey and the Family who brought him de Pauls Toutonghi. La historia fue publicada en el New York Post y rápidamente fue un éxito luego de su lanzamiento, pero ¿sabías que también es una historia real? El autor se basó en un hecho verídico para este relato.

Perro Perdido es una historia emocionante. Foto: (Netflix)

La historia real de Perro Perdido, la película furor de Netflix:

Más allá de la trama, una de las cosas más impactantes de esta película es que Toutonghi se basó en lo que le sucedió a su cuñado, Fielding Marshall y a su mascota hace ya casi tres décadas. Es decir esta historia, en realidad, comenzó en 1998 con un joven Fielding, quien llevaba seis años siendo dueño de un perro llamado Gonker.

La mascota llegó a la vida de Marshall en un momento muy duro de su vida: había perdido a una hija y se separó de la madre de la misma. Por eso, el vínculo con su nuevo amigo fue un ancla para él pudiendo así generar una gran amistad entre mascota y dueño. Tal es así que, como cada vez que tenía oportunidad, decidió celebrar su relación con un paseo.

Perro Perdido es una historia real. Foto: (Netflix)

En ese año eligió los senderos de los Apalaches, por la zona de Blue Ridge Parkway sin imaginar que, en una sola distracción, su perro se perdería entre los arbustos desapareciendo sin dejar rastro. Ante esto Marshall no sólo estaba preocupado por haberlo perdido, sino por el tratamiento que debía seguir su mascota.

Así cómo relata el libro y la película Gonker padecía, desde muy cachorro, la enfermedad Addison. Esto lo llevaba a tener que someterse a un tratamiento de inyecciones cada 30 días para poder vivir por lo que, cuando se extravió, el miedo de su dueño a perderlo para siempre si no podía darle su medicación era inmenso. Por eso movió cielo y tierra para encontrarlo, salvarlo y así inspirar una historia digna de película.