El nombre de Charles Sobhraj volvió a tocar la actualidad tras el estreno de La Serpiente en Netflix. La serie sigue la historia de este hombre, quien actualmente es un anciano de 77 años que se encuentra preso desde hace 18 años en Katmandú por cometer varios crímenes en el sudeste asiático.

Sin embargo, en La Serpiente no se cuentan con exactitud cómo fueron los hechos y, es más, los cambios que hizo el gigante de streaming fueron realmente importantes en su resolución. Por eso, desde Spoiler, te mostramos cómo fue la historia.

Qué cambió Netflix de La Serpiente:

- El capítulo Final

Netflix: En la serie se ve al asesino volver a Nepal confiando en que va a poder moverse con libertad dada la inexistencia de pruebas en su contra. Tal fue su alegría que hasta llegó a dejar que lo fotografíen. Pero, el exceso de confianza se vuelve en su contra cuando Knippenberg localiza las pruebas necesarias para incriminarlo y juzgarlo.

La realidad: Lo cierto es que, en 2003 sí regresó a Nepal, pero de manera bastante desapercibida y su vuelta fue porque tenía interés en crear un negocio de agua mineral procedente del Himalaya. Aunque esto nunca quedó claro del todo.

De hecho, también Sobhraj visitaba con frecuencia el Casino Royal del Hotel Yak & Yeti, lugar en el que fue descubierto por el periodista Joseph Nathan. Tal es así que el comunicador logró formular un plan para que el asesino no se escape formando un grupo de personas que lo siguiera a todas partes.

Sin embargo, ni el veterano periodista ni su gente pudieron detectar que fuera él dado que se trataba de un hombre envejecido y con calvicie hasta que, el 16 de septiembre de 2003 el diplomático S Ramesh lo señala como el autor de los crímenes. Es por eso que The Himalayan Times sacó un artículo desvelando su presencia en Katamandú con el fin de que la policía lo atrape.

Fue el 18 de septiembre, dos días más tarde de ser reconocido, que los oficiales lo encontraron, tras varias redadas en hoteles, jugando como si nada en el mismo casino. Y, es ahí, donde los caminos de la realidad y la serie vuelven a juntarse: las pruebas de Knippenberg fueron verídicas, pero lo que muestra La Serpiente en cuanto a los últimos días libres del criminal, nada tiene que ver con lo que pasó de verdad.